(12 de septiembre del 2020. El Venezolano).- Archiconocida y repetitiva la nota, a diario, sobre la escasez de gasolina en un país, que paradójicamete, posee las mayores reservas probadas de patróleo en el subsuelo, a escala mundial, cercanas a uno 400 MMb, según PDVSA. Pero, por una administración absurda, a manos de palurdos y abocada al “panaburdismo” de esa herejía moderna denominada socialismo y/o comunismo, que nos retrotrajo a niveles prehistóricos con la agravante de que somos, hoy por hoy, la nación del mundo con un índice inflacionario acumulado, durante los cinco primeros meses de 2020, equivalente a un 295,9%, según BCV e IPC de un 38,6% y contracción económica cercana a un 38%, constituyen hechos y cifras que exponen nuestra situación miserable y abandono a todos los niveles, desde la industria más importante, el petróleo, hasta la agropecuaria para la seguridad agroalimentaria, pues sin combustible, energía eléctica ni los insumos requeridos para una productividad eficiente y efectiva, se hace muy dificultoso el mantenimiento de estándares de vida dignos de un país ptódigo en riquezas naturales, hoy día saqueado y a manos de intereses foráneos peor de los existentes hasta el arribismo de la involución bolivariana, que nos ha ubicado en el maremágnum actual, situación que evidenciamos por la carestía, colas en estaciones de servicio, servicios básicos precarios, sobremanera, insalubridad y circulación, casi oficializada del diabólico dólar. Infortunio cuya responsabilidad el régimen pretende endosar, infamantemente, al gobierno de Trump, cuando ante el mundo y organismos, tales como: OEA, ONU, UE, OPEP, NU y Grupo de Lima, se sabe sobre el sbismo por el cual el chavomadurismo, torpe, ha lanzado a Venezuela, sumida, hoy por hoy, en un marasmo difícil de revertirse.