(18 de mayo del 2020. El Venezolano).- La pandemia del coronavirus no solo afecta a los venezolanos, también los que se encuentran en otros países y en particular en los latinoamericanos donde gran parte de ellos han emigrado huyendo de la crisis política, económica y social de Venezuela.
En este sentido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo que ha observado que en algunos países de Latinoamérica se han adoptado medidas discriminatorias para que los venezolanos no puedan acceder a ayuda económica y otros beneficios para mitigar los efectos de la pandemia, entre ellos, la pérdida de trabajo y vivienda.
También manifestó preocupación porque algunos gobiernos locales estarían utilizando el COVID-19 para exhortar pública e insistentemente a los venezolanos a regresar a Venezuela, “lo que puede afectar su libre consentimiento a la hora de tomar la decisión de retornar y exacerbar la xenofobia en su contra”.
“La CIDH en el marco de su Sala de Coordinación y Respuesta Oportuna e Integrada (SACROI – COVID-19), hace un llamado a que se respeten los derechos de las personas venezolanas que voluntariamente han regresado o quieren regresar a Venezuela en el contexto de la pandemia del COVID-19”, comunicó.
Detalló que ha tenido conocimiento de la “dramática situación” de miles de venezolanos en la región que, por causa de la pandemia, han visto sus vidas profundamente afectadas, lo que las ha llevado a tomar la decisión de regresar a Venezuela por vías terrestres en condiciones precarias, agravando su situación de vulnerabilidad.
Esta situación afecta de “manera desproporcionada” a las mujeres, niños, adolescentes y personas mayores que se ven expuestos también a los riesgos de violencia y explotación en sus itinerarios migratorios.
“En este sentido, la Comisión observa que en algunos países de la región se han adoptado barreras discriminatorias para que la población venezolana no pueda acceder a los beneficios de auxilios económicos, así como otras prestaciones para mitigar los efectos de la pandemia”, dijo.
La CIDH informó que ha tenido conocimiento que, durante el trayecto de retorno a Venezuela, las personas encuentran obstáculos que agravan su situación y elevan el riesgo de un eventual contagio. Por ejemplo, el cierre intermitente de pasos fronterizos regulares entre Perú, Ecuador y Colombia obliga a que los venezolanos se concentren al costado de carreteras o en hacinados en albergues improvisados.
Adicionalmente, ha recibido información en la que se señala que las personas que consiguen atravesar los pasos fronterizos regulares entre Colombia y Venezuela llegan a albergues insalubres en los estados venezolanos Táchira, Apure y Zulia para cumplir con las medidas de aislamiento y cuarentena. De acuerdo con información proporcionada por organizaciones de la sociedad civil que trabajan en esta región, estos albergues, generalmente acondicionados en colegios y liceos educativos, presentan hacinamiento y no contarían con agua potable constante o alimentos suficientes.
A eso se suma que dirigentes de alto nivel del régimen venezolano han incurrido en “declaraciones estigmatizantes hacia las personas que retornan a Venezuela en el contexto de la pandemia COVID-19, señalando que regresan por una suerte de ‘Karma’ o que se trata de “fascistas y golpistas camuflados”, por lo cual no merecen facilidades”.
“La CIDH rechaza categóricamente estos mensajes discriminatorios que contribuyen a agravar la situación de las personas que retornan, de por sí delicada; además de crear un clima adverso para la vigencia de los derechos humanos en Venezuela”, dijo la CIDH en un comunicado.
Enfatizó que la pandemia del COVID-19 no puede dar lugar a ningún tipo de discriminación a los venezolanos por su nacionalidad, estatus migratorio o situación socioeconómica, y que, dada la crisis humanitaria en Venezuela, la situación de los que migran debe ser considerada como desplazamiento forzado, “ameritando los niveles más elevados de protección”.
Con información de El Nuevo Herald