(27 de septiembre de 2019. El Venezolano).- Durante su semana en representación del jefe del congreso venezolano, Juan Guaidó, en la Asamblea General de la ONU, una delegación de la oposición recibió palabras de apoyo del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, fondos y promesas de una acción más fuerte de los países latinoamericanos y europeos.
Pero el jefe diplomático de Guaidó, Julio Borges, expresó su frustración el viernes porque la Unión Europea no había hecho más para igualar la postura dura de Washington, argumentando que la falta de sanciones más severas permitió a los funcionarios del régimen del presidente Nicolás Maduro mantener a salvo a sus familias y sus activos robados.
«No podemos permitir que España sea un paraíso para los maleteros de Maduro«, dijo Borges a los periodistas. «No podemos permitir que Europa sea un santuario para los familiares de quienes nos torturan y nos roban para escondernos».
La reunión anual de una semana de líderes mundiales terminó sin un gran avance en la lucha estancada de ocho meses de la oposición para derrocar a Maduro, un socialista que ha supervisado un colapso económico en la próspera nación de la OPEP y está acusado de corrupción y violaciones de los derechos humanos.
La oposición esperaba que la UE aplicara sanciones más amplias a los miembros del gobierno de Maduro tras el colapso a principios de este mes de una ronda de negociaciones, mediada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega, destinada a resolver la profunda crisis política del país sudamericano, reseñó Reuters.
El viernes, la UE impuso sanciones a siete oficiales de seguridad e inteligencia, y amenazó con imponer más para ayudar a «fomentar una transición negociada».
«Se necesita más«, dijo Borges. «Necesitamos aumentar la presión sobre las personas en las jerarquías militares y políticas, y el círculo íntimo de Maduro, para que sepan que no quedarán impunes».