(28 de octubre del 2025. El Venezolano).- La tensión en la cuenca del Caribe ha alcanzado un punto culminante. Mientras aeronaves militares de Estados Unidos efectúan vuelos cercanos al espacio venezolano, el Gobierno de Nicolás Maduro intensifica sus amenazas contra figuras opositoras e incluso cuestiona a la jerarquía eclesiástica que disiente de sus políticas.
Paralelamente, analistas se encuentran debatiendo el próximo curso de acción de la Administración Trump. Utilizando la campaña contra el narcotráfico como justificación principal, Washington muestra un marcado interés en precipitar el fin del mandato chavista.
En el programa La Noche de NTN24, el experto en retiro del FBI, César Paz, sugirió que el presidente Trump posee el «sustento jurídico» para ejecutar una incursión en Venezuela, amparándose en el Título 50 y el Título 10, que habilitan al Ejecutivo a declarar un estado de emergencia.
No obstante, Ron Aledo, excontratista de la CIA, descartó una invasión terrestre directa. Aledo anticipó que «serán los propios generales venezolanos» quienes sacarán a Maduro, posiblemente incentivados por la recompensa de 50 millones de dólares ofrecida por EE. UU. Aledo también especuló con la posibilidad de que Trump autorice un «ataque aéreo limitado» contra un laboratorio de drogas en Colombia, como una forma de «humillar» al presidente Gustavo Petro, aliado de Maduro.
Marco Rubio, actual Secretario de Estado, fue señalado por Aledo de estar «cumpliendo la promesa» hecha a la diáspora venezolana de Miami de desmantelar el «régimen comunista».
Oláguer Chacón, analista en geopolítica, coincidió en que Estados Unidos no busca un conflicto directo, sino que pretende «facilitar» una «reacción en cadena» interna que conduzca a una «transformación profunda» de la política venezolana, poniendo fin al vínculo del gobierno con el negocio de las drogas.




























































