(19 de marzo del 2025. El Venezolano).- Si las elecciones de 2024 en Estados Unidos sorprendieron al mundo entero con una aplastante victoria republicana de Donald Trump sobre el Partido Demócrata, las llevadas a cabo hace un mes en Alemania volvieron a hacerlo, pues el triunfo de la Derecha y la Ultra Derecha por encima de los socialdemócratas y la izquierda en general demuestra que este sistema ideológico y esta doctrina política está renaciendo, modernizando y volviéndose visionaria después del apabullante influjo del comunismo a escala global desde 1917 cuando marxistas y comunistas les arrebataron las joyas y sus castillos a los zares y de que en Cuba la maquinaria roja no da para más con tantos apagones y ahora viviendo la pandemia de la falta de agua, productos de la inmoralidad comunista y la brutal incapacidad administrativa.
En estos comicios, en los que los conservadores tradicionales coronaron la victoria con el triunfo de Friedrich Merz de la histórica “Union Demócrata Cristiana” junto a Marcos Soeder de la “Union Social Cristiana”, resultaron ser los vencedores en las elecciones del pasado 23 de febrero de 2025 convocadas desde Berlín.
A su vez, a estos les siguió el triunfo sorprendente y arrollador de la Ultra Derecha encabezada por el Partido “Alternativa por Alemania”, que llevó como lider a Alice Weidel de 46 años, cuya personalidad escenifica al nuevo rostro de la ultraderecha desafiando estereotipos y convencionalismos, pues es homosexual abierta, vive con su pareja junto a sus dos hijos, es tambien cercana a Donald Trump y Eloy Musk y es una empedernida admiradora de Margaret Tacher, a quien impresiona su biografia, “y su forma de nadar a contracorriente, incluso cuando resulta incomodo”. Su partido ha logrado un triunfo enaltecedor no visto desde la Segunda Guerra Mundial.
Estos hechos, —relevantes e inusuales en la política alemana—, vendrán a socavar muchas vertientes del tradicionalismo político que en las últimas décadas, y a pesar de ser esta una gran nación tanto por su historia como por su potencial económico, ha decaído considerablemente, previendo ahora un porvenir de luces, renovaciones y emprendimientos desde el triunfo de esta Derecha y Ultraderecha tanto para la vida doméstica como en su visión geopolítica.
La izquierda, que ha marcado descensos lamentables, se suma a esa otra izquierda mundial, socialista y comunista desarticulada y en total bancarrota, como la latinoamericana, que ya tocó fondo con sus discursos hilarantes llenos de promesas pero vacía de hechos y resultados, lo que avizora con estos resultados electorales escenarios promisorios frente a una renovación de las economías y estrategias deslumbrantes para solucionar el grave problema migratorio, no solo de Alemania sino de gran parte de Europa y de Hispanoamérica en general y la superación de los niveles de vida, también hoy dia en crisis.
Es hasta natural aunque no justificable, que existan discordias entre la derecha o la ultra derecha ( en nuestra región eso ya sienta cátedras), por lo que está por verse si este triunfo y su reacomodo político trace alianzas entre ella misma, es decir entre los conservadores tradicionales de Friedrich Merz y la ultraderechista Weidel.
De lo contrario el primero de estos tendrá que negociar con los Socialdemócratas de Centro izquierda, quienes también han mordido el polvo de la derrota tras la ruptura de sus coaliciones.
Bien por Alemania, bien por su futuro esta visión electoral de su pueblo. Queda evidenciado que a lo interno de la Derecha se deben renovar sus estructuras mentales y sus herramientas ideológicas y más aún, avanzar a una unidad política para enfrentar nuevos desafíos.
El asunto está en que en la Izquierda o en el Socialismo toda renovación es antidialéctica, si partimos del hecho de que lo que se requiere en el ámbito de la gestión del Estado y sus políticas públicas, es una fórmula mágica y sencilla, pero imposible de llevarla a la práctica: Reducción de impuestos o eliminación, freno de motosierra a la inflamada burocracia, clausura a las subvenciones y al asistencialismo estatal y gobiernos fuertemente limitados.
Los alemanes ahora pueden impulsar esa agenda y hacer crecer a su gran nación, y a la vez trabajar en la unificación de Europa, jugar un papel preponderante en la actual Guerra de Ucrania y recomponer sus relaciones con Estados Unidos, ahora que la Derecha florece desde el Poder.