(26 de agosto del 2024. El Venezolano).- El presidente de Colombia, Gustavo Petro, calificó como «el robo del siglo» el reporte de una millonaria suma de recursos que se asignaron para obras públicas que presentan irregularidades tanto en el tiempo de ejecución como en el vencimiento de los contratos.
«Son 12 billones los perdidos en el sistema de regalías. El robo del siglo. Obras que aparecen como hechas y cuando se visitan no empezaron nunca«, escribió el jefe de Estado.
El mandatario colombiano comentó las declaraciones del director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Alexander López Maya, quien pidió investigar con celeridad los 2.094 proyectos que «no cumplieron con las obligaciones contractuales«, es decir, que pertenecen a contratos suspendidos o que se vencieron, y cuya inversión había sido de 12 billones de pesos (uno 2,9 millones de dólares). «Esos recursos están prácticamente perdidos», agregó.
Esta millonaria suma se destinó a proyectos, a través del Sistema General de Regalías (SGR), un esquema de coordinación entre las entidades territoriales y el Gobierno para administrar y ejecutar lo ingresos provenientes de la explotación de los recursos naturales no renovables.
«Doce billones que debieron construir la paz»
Según explicó el titular de Planeación, de esos 2.094 recursos que incumplieron sus obligaciones contractuales, 1.497 tiene un plazo de ejecución vencido que asciende a nueve billones de pesos (2,2 millones de dólares); 301 tienen todos los contratos suspendidos por un valor de un billón de pesos (248.000 dólares) y 296 poseen todos los contratos suspendidos y tienen plazos de ejecución vencidos por el valor de dos billones de pesos (496.000 dólares).
«Doce billones de pesos que debieron llegar a resolver los problemas de agua potable, de saneamiento básico, de construcción de escuelas, de centros de salud, de vías para conectar los territorios. Recursos que debieron llegar para construir la paz».
López Maya ilustró que con 12 billones de pesos se podría solucionar de manera «definitiva» el acceso al agua de todo el pueblo de la Guajira, que ha tenido una histórica falta de acceso al recurso y sequía; un sistema de alcantarillado y acueducto para la ciudad de Quibdó, capital del departamento del Chocó, uno de los más pobres de Colombia; o el abastecimiento de agua potable para la región del Urabá.