(11 de junio del 2024. El Venezolano).- Estamos en una coyuntura histórica de propaganda política. Como un malestar de escala planetaria, la desinformación atacará las grietas políticas y sociales existentes en nuestras sociedades.
Por Keyvan Antonio Heydari
Llegó el Dia D de la guerra informativa. Y una nueva bomba en este tsunami que se avecina aterrizó en Francia el domingo. El voto de la ultraderecha populista (barómetro del movimiento antiinmigrante) humilló al presidente de Francia Emmanuel Macron, y puede desmoronar la idea de una Europa unida. Macron disolvió el parlamento y convocó elecciones.
Los mismos temas que impulsan temores políticos en Europa – guerras, cambio climático, pandemia, migración, desconexión, ansiedad económica, y temor por el futuro – movilizan un voto castigo en elecciones alrededor del mundo en el 2024.
Con la aparición de ChatGPT y la inteligencia artificial, entraremos en una fase “nuclear” la guerra informativa.
Como una aflicción autoinmunológica de escala planetaria, los desinformadores atacarán las grietas políticas y sociales existentes en nuestras sociedades.
Los rusos son maestros en técnicas de decepción y desinformación, y estarán activos en influenciar contiendas electorales.
La lista de elecciones es extensa. Incluyen a Nayib Bukele en El Salvador, Narendra Modi en la India, y Claudia Scheinbaum, que será la primera mujer presidenta en México.
Los votantes son motivados por asuntos de su bolsillo, la criminalidad, identidad y olas de descontento desestabilizador. Europa, Sudáfrica, Indonesia, México, India.
Las tácticas del autócrata tienen tres cosas en común: identificar y culpar a un factor externo o amenaza como enemigo; mentir y utilizar o insinuar una reacción violenta. Todo para secuestrarnos emocionalmente, activar la amígdala y otorgarles el control.
En las mayores elecciones democráticas del mundo, India extendió el gobierno del primer ministro Narendra Modi, pero frenó sus ambiciones de consolidar su poder basado en una campaña de etiquetar a 200 millones de sus ciudadanos indios musulmanes como “infiltrados” en su propio país.
A Venezuela le toca en julio; a Estados Unidos en noviembre.
Desinformar bien es un arte. Edward Bernays, padre de las relaciones públicas/propaganda (y sobrino de Sigmund Freud) ayudó a United Fruit (ahora Chiquita Brands) y los Estados Unidos a derrocar el gobierno de Guatemala en 1954 con técnicas publicitarias. Un interesante libro detalla como un propagandista, Sefton Delmer, e Inglaterra contrarrestaron la propaganda nazi con otras mentiras.
Donald Trump apareció en la escena política despotricando contra los inmigrantes mexicanos. La mentira es el pan que mastica cada día. La historia de los humanos siempre ha sido migrar. Los inmigrantes que llegan, como hormigas, ignoran la guerra informativa desatada por su llegada y cómo afectará a sus futuros.
Verdades o fantasías de caos fronterizo mueven los vientos políticos en Washington y del país.
Como si fuera barco en altamar, la semana pasada, Biden ha cambiado su política de asilo migratorio, acercándose a las políticas de Trump, el mayor generador de tempestades políticas del país.
Los venezolanos conocen como Hugo Chávez avivó los rencores económicos y desigualdades en su país para atornillar su control político. El deterioro de la sociedad en Venezuela y el éxodo de 7 millones se han convertido – a la misma vez – en causa, efecto y metralla de este conflicto de migración y desinformación.
Es triste que el símbolo identificable de la inmigración venezolana en Estados Unidos – tras ser utilizados como peones por diferentes políticos – sea ahora la banda criminal “Tren de Aragua” y los delitos de inmigrantes en Nueva York.
En Nueva York, malandros venezolanos han protagonizado crímenes callejeros y provocan repudio. Un adolescente venezolano disparó a dos policías que lo detuvieron por manejar su moto a contramano. La policía y el alcalde de la Gran Manzana, Eric Adams, trituraron cientos de motos confiscadas para mostrar que han tomado cartas en el asunto.
En la frontera, aparecen miles que han emprendido una peligrosa odisea impulsada por el desespero, recomendaciones de grupos de WhatsApp y el mercadeo de los coyotes que lucran de su miseria. Tras cruzar el Tapón del Darién, México y llegar a la frontera, se dan cuenta que su destino depende de los vientos políticos en Washington y el teatro político en la frontera.
En el Congreso tenían un acuerdo bipartidista para aliviar el atasco fronterizo, hasta que Trump le pidió a sus secuaces republicanos que dieran marcha atrás para alimentar el fuelle del fuego fronterizo para las elecciones del 5 de noviembre. Los estadounidenses escogerán entre dos candidatos que no les convencen y un tercero que puede volcar la balanza. Trump, individuo de actuaciones y actitudes despreciables, contra Biden, de resultados comprobados pero de futuro cuestionable.
Se cumple otro aniversario importante. El 10 de junio marcan 100 años del asesinato político de Giacomo Matteotti en 1924 por aliados de Benito Mussolini, primer evento del fascismo que utilizó Mussolini para eliminar la oposición en Italia y sirvió de manual para otros autócratas totalitarios de izquierda y derecha de Europa.
La memoria es corta y la gente actúa irracionalmente y en contra de sus propios intereses.
Los autócratas siempre necesitan identificar un peligro externo para que le permitan tomar control y dispensar con las instituciones que le pueden frenar. Los maestros de la guerra informativa usan la decepción y distracción. Solamente ganan si nosotros le creemos y no reaccionamos.