(28 de mayo del 2024. El Venezolano).- Un equipo de científicos españoles ha dado un paso significativo en la lucha contra la obesidad, identificando microorganismos específicos en el microbioma intestinal que podrían ser clave para desarrollar tratamientos preventivos y terapéuticos. Según los investigadores, estos hallazgos podrían revolucionar la forma en que se aborda la pérdida de peso y el mantenimiento de un peso saludable.
El estudio, presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad, analizó a 361 voluntarios adultos en España, descubriendo que ciertas bacterias presentes en el intestino pueden influir significativamente en la probabilidad de desarrollar obesidad. La investigación, liderada por Paula Aranaz de la Universidad de Navarra, se centró en cómo la composición del microbioma intestinal varía entre individuos con diferentes índices de masa corporal (IMC).
Los científicos categorizaron a los participantes del estudio en tres grupos: 65 con peso normal, 110 con sobrepeso y 186 con obesidad. Utilizando técnicas avanzadas de análisis de ADN, identificaron las bacterias presentes en las muestras fecales de los participantes, enfocándose en la diversidad y abundancia de microorganismos.
Uno de los hallazgos más destacados fue que las personas con mayor índice de obesidad tenían niveles significativamente más bajos de Christensenella minuta (C. minuta), una bacteria previamente asociada con delgadez y salud metabólica. Esta disminución sugiere que C. minuta podría jugar un papel protector contra la obesidad.
El estudio también reveló diferencias de género en la composición del microbioma y su relación con la obesidad. En hombres, una mayor abundancia de las especies Parabacteroides helcogenes (P. helcogenes) y Campylobacter canadensis se asoció con un IMC más alto, mayor masa de grasa y circunferencia de cintura. En mujeres, las especies Prevotella micans, Prevotella brevis y Prevotella sacharolitica fueron buenos predictores del riesgo de obesidad, una correlación que no se observó en hombres, reportó Infobae.
“La composición del microbioma intestinal, específicamente los niveles más altos de la bacteria C. minuta, parece proteger contra la obesidad”, afirmó Paula Aranaz. Estos descubrimientos abren la puerta a la posibilidad de desarrollar tratamientos basados en la manipulación del microbioma intestinal. Promover el crecimiento de bacterias beneficiosas como C. minuta podría convertirse en una estrategia para prevenir y tratar la obesidad.
Sin embargo, Aranaz advierte que estos hallazgos iniciales necesitan ser confirmados mediante estudios adicionales, ya que factores como el clima, la geografía y la dieta pueden influir en la composición del microbioma. Los investigadores planean explorar cómo otros factores, como la actividad física y el uso de antibióticos, afectan el microbioma y, por ende, la obesidad.
La obesidad es un problema de salud pública global con complicaciones que incluyen enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Además de los riesgos físicos, la obesidad conlleva estigmatización social y altos costos médicos. Identificar métodos eficaces para prevenir y tratar la obesidad es crucial para mejorar la salud pública.
El intestino humano, hogar de trillones de microorganismos, desempeña un papel crucial en la digestión, el sistema inmunológico y la producción de vitaminas. Un desequilibrio en este ecosistema puede estar relacionado con diversos problemas de salud, incluida la obesidad. Este estudio subraya la importancia del microbioma intestinal en la regulación del peso corporal y abre nuevas vías para intervenciones personalizadas.
En conclusión, los investigadores españoles han iluminado un nuevo camino en la prevención de la obesidad, proporcionando una base sólida para futuras investigaciones y desarrollos terapéuticos. Al entender mejor las complejidades del microbioma intestinal, la ciencia avanza hacia tratamientos más precisos y efectivos contra uno de los desafíos de salud más urgentes de nuestro tiempo.