(28 de abril del 2024. El Venezolano).- Millones de inmigrantes indocumentados atraviesan un peligroso viaje desde el Triángulo Norte de Centroamérica hasta la frontera sur de Estados Unidos, enfrentando obstáculos que incluyen narcotraficantes, selvas impenetrables y la incertidumbre de una ruta llena de peligros. Esta marea humana no solo busca una vida mejor, sino que también está moldeando la estrategia de campaña de los principales candidatos presidenciales en Estados Unidos, Joseph Biden y Donald Trump.
Una reciente encuesta de Gallup reveló que la inmigración se ha convertido en la principal preocupación de los ciudadanos estadounidenses, superando incluso a la gestión del gobierno y la economía. Esta tendencia ha impactado directamente en la estrategia electoral, donde la postura de cada candidato sobre la inmigración podría determinar el resultado de las elecciones programadas para noviembre.
Según Muzaffar Chishti, investigador principal del Instituto de Política Migratoria, “definitivamente la migración se ha convertido en el tema más relevante de esta campaña electoral”. Este cambio se evidencia en las cifras reportadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), que registró un aumento del 31% en detenciones por cruces ilegales en diciembre de 2023 con respecto al mes anterior.
La política migratoria del presidente Biden se encuentra en una encrucijada, enfrentando presiones internas dentro del Partido Demócrata y críticas de la opinión pública indecisa. Prometiendo reformas con respecto a las normativas de Trump, Biden se ha visto obstaculizado por la complejidad de la crisis migratoria actual.
A pesar de la derogación del Título 42, una medida restrictiva implementada por Trump debido a la pandemia de COVID-19, las nuevas políticas de Biden han sido cuestionadas tanto por sectores de izquierda como por similitudes con las políticas anteriores. Desde la eliminación de esta normativa en mayo de 2023, Estados Unidos ha deportado a más de 690,000 personas, en su mayoría migrantes indocumentados, reportó Infobae.
La respuesta republicana, liderada por Trump, ha sido contundente. Los legisladores republicanos han bloqueado iniciativas demócratas destinadas a abordar la crisis en la frontera sur, mientras Trump ha impulsado medidas más duras, incluyendo la presión sobre figuras clave como Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional.
Trump, enfocado en capitalizar la crisis migratoria como un arma política, ha anunciado su intención de utilizar poderes ejecutivos para cambiar normativas migratorias sin la aprobación del Congreso, incluida la Sección 212 f de la Ley de Inmigración.
El presidente Biden, por su parte, se enfrenta a una creciente desaprobación pública respecto a su gestión migratoria. Una encuesta reciente del Pew Research Center refleja que solo el 18% de los encuestados considera que el gobierno está manejando adecuadamente la situación en la frontera.
A medida que la campaña electoral avanza, la atención sobre la inmigración y las políticas asociadas se intensifica. Los votantes, especialmente en estados clave como Arizona, Georgia y Pennsylvania, están cada vez más influenciados por las posturas de los candidatos respecto a esta cuestión crucial.
La retórica y las acciones de ambos candidatos en relación con la crisis migratoria determinarán no solo la composición del próximo gobierno, sino también el destino de millones de personas que buscan una nueva vida en Estados Unidos.