(06 de marzo del 2024. El Venezolano).- Los tratamientos hormonales para personas transgénero* pueden provocar cáncer y otras enfermedades graves, mientras que muchos pacientes, sobre todo menores, no se dan cuenta de los efectos secundarios devastadores e irreversibles que pueden tener los procedimientos de reasignación de sexo. Así lo demuestran correos electrónicos filtrados de la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero (WPATH), que elabora directrices para los tratamientos de reasignación de sexo.
Un informe, publicado el lunes por Environmental Progress, subraya que tales tratamientos utilizan «potentes fármacos que tienen un profundo impacto en la salud futura y la función reproductiva, y que en muchos casos conlleva la extirpación quirúrgica de partes del cuerpo». Según la organización, aunque tales medios pueden ser necesarios si la vida del paciente corre peligro, «la ética de esterilizar a un joven que sufre el mal definido trastorno psiquiátrico llamado disforia de género, o amputar partes sanas de su cuerpo, es mucho más cuestionable».
Las capturas de pantalla de mensajes del foro interno de WPATH, que datan de 2021 al 2024, presentadas al final del documento, proporcionan pruebas de los peligros de tales métodos.
Riesgos de cáncer
Así, en diciembre de 2021, un médico informó de una paciente de 16 años que desarrolló tumores hepáticos después de tomar acetato de noretindrona para suprimir la menstruación durante varios años y testosterona durante un año. «A la paciente se le encontraron dos masas hepáticas (adenomas hepáticos) –de 11x11cm y 7x7cm– y tanto el oncólogo como el cirujano especializado han indicado que el agente (agentes) causante son las hormonas«, escribió.
Otro médico señaló que un colega suyo desarrolló un hepatocarcinoma tras 8 o 10 años tomando testosterona. «Por lo que sé, estaba relacionado con su tratamiento hormonal», compartió, añadiendo que el cáncer estaba tan avanzado que la persona trans murió unos meses más tarde.
¿No hay edad mínima de consentimiento?
Los datos facilitados muestran que los médicos son conscientes de que los pacientes menores de edad son incapaces de comprender todos los riesgos de los procedimientos de reasignación de sexo. Aunque se habla de que los bloqueadores de la pubertad, las hormonas y la cirugía pueden provocar infertilidad, cáncer y otras complicaciones, las intervenciones médicas como la vaginoplastia o las hormonas se siguen ofreciendo a menores de 13 y 14 años.
Un médico pidió la opinión de la comunidad sobre el inicio de la testosterona para una paciente de 13 años, expresando su preocupación por una edad tan temprana, y recibió la siguiente respuesta: el reglamento actualmente «elimina el requisito de la edad y recomienda no empezar hasta que el adolescente sea razonablemente capaz de dar su consentimiento informado, edad que variará de una persona a otra«.