(23 de febrero del 2024. El Venezolano).- Enrique Márquez, reconocido político y miembro de la oposición venezolana, expresó su firme posición en contra del mesianismo y el personalismo en la política, subrayando la importancia de un liderazgo colectivo para el beneficio del pueblo. Márquez, con una larga trayectoria en la escena política del país, hizo hincapié en la necesidad de consensos políticos y la urgencia de superar las diferencias para evitar que la población siga siendo la víctima de disputas internas.
«Yo no creo en el mesianismo, ni en el personalismo, y creo que eso le ha hecho mucho daño al país», afirmó Márquez. Su postura destaca la crítica a prácticas políticas que, según él, han contribuido al deterioro del panorama político y social en Venezuela. El llamado a un liderazgo colectivo sugiere un enfoque colaborativo y basado en consensos, buscando superar las divisiones que han caracterizado la política en el país.
Márquez señaló que es el pueblo quien paga las consecuencias de las diferencias políticas entre los actores gubernamentales y de oposición. Atribuyó esta situación a un mal gobierno, políticas ineficientes y una oposición que, en su opinión, no ha logrado gestionar de manera efectiva el camino hacia el cambio. «¿Por qué ha ocurrido eso? Por un mal gobierno, de malas políticas y una oposición que no ha logrado transitar el camino del cambio eficientemente», expresó Márquez.
El político enfatizó su confianza en la posibilidad de construir un cambio político, subrayando la importancia de una oposición madura y unida. «Yo creo que el cambio está allí y lo podemos construir. Y para construirlo, la oposición tiene que madurar aceleradamente para lograr una unidad, que no va a ser perfecta, pero sí puede ser suficiente para generar ese cambio, un cambio que el pueblo está necesitando», afirmó.
Márquez concluyó su declaración instando a todos los que se consideran opositores a trabajar juntos en la construcción de un camino compartido para lograr el cambio político. Su llamado destaca la importancia de superar las divisiones internas y construir una oposición unida y madura que pueda enfrentar los desafíos políticos actuales en Venezuela. La declaración de Márquez resuena en un contexto político venezolano marcado por la polarización y la búsqueda de soluciones a los problemas que afectan a la población.