(11 de diciembre del 2023. El Venezolano).- Este lunes, la incertidumbre rodea al líder opositor ruso Alexei Navalny, ya que los funcionarios de la colonia penitenciaria donde cumplía condena informaron a uno de sus abogados que ya no figura en la lista de reclusos. La portavoz de Navalny, Kira Yarmysh, expresó su preocupación en mensajes en X, mencionando que los funcionarios de prisiones se niegan a revelar su ubicación.
Según Yarmysh, un abogado que esperaba en otra colonia penitenciaria donde se suponía que Navalny podría haber sido trasladado fue informado de que el centro no tenía registrado a ese recluso. Navalny, conocido por su oposición al Kremlin, estaba cumpliendo una condena de 19 años en una prisión de máxima seguridad y se esperaba su traslado a una colonia penal de «seguridad especial». Sin embargo, su paradero actual es desconocido, generando preocupaciones sobre su bienestar y acceso a la justicia, reportó Infobae.
Los traslados en el sistema penitenciario ruso suelen ser procesos prolongados, sin acceso a los presos y escasa información sobre su paradero, lo que aumenta la incertidumbre en torno a la situación de Navalny. Su última comparecencia ante el tribunal por videoconferencia estaba programada para este lunes, pero no tuvo lugar, y han pasado seis días desde que sus abogados o aliados tuvieron noticias de él. La ausencia de Navalny en eventos judiciales y su repentina desaparición de la lista de reclusos plantean serias preocupaciones sobre su seguridad y la posibilidad de que esté siendo sometido a condiciones inhumanas.
La portavoz Kira Yarmysh ha denunciado la negativa de las autoridades penitenciarias a proporcionar información sobre el paradero de Navalny, así como la falta de acceso de sus abogados para visitarlo. Además, Yarmysh reveló que Navalny recientemente se sintió mareado y desmayó, y aunque los funcionarios de prisiones respondieron rápidamente, la situación plantea preguntas sobre su bienestar general en medio de las restricciones que enfrenta en la prisión.
La situación de Navalny ha sido un punto de tensión constante entre las autoridades rusas y la comunidad internacional, que ha expresado preocupaciones sobre su tratamiento y la falta de respeto a los derechos humanos. A medida que crece la incertidumbre sobre su paradero, aumenta la presión para obtener respuestas y garantizar su bienestar y acceso a un proceso legal justo.