(21 de mayo del 2023. El Venezolano).- Los 20 años del poder de Recep Tayyip Erdoğan, representado primero por su decenio, largo, como primer ministro y sus 9 ya consumidos años como presidente, han sido inequívocamente años de mucha actividad. Parece innegable sus éxitos en materia económica, con años donde el PIB ha llegado a crecer hasta un 9,5 %. Internamente ha sido duro con las oposiciones y aun más por su animadversión hacia la etnia kurda parte integrante de esa nación, no obstante que la mayoría de ellos son de religión musulmana, siendo considerados como un pueblo indoeuropeo. La minoría kurda que vive en Turquía es de unos 15 millones de habitantes, lo que supone un 18 % de la población turca.
Por: Raúl Ochoa Cuenca
Es Turquía, que une a través del estrecho del Bósforo dos continentes, Europa y Asia, es un país densamente poblado. Esta nación, cuna del imperio Otamano, cuenta con una población de 86 millones de personas, lo cual lo convierte en un país con una muy alta densidad poblacional por Km2 (131 habitantes). La densidad poblacional en Venezuela es de 31 habitantes por Km2. Debido a la diáspora ésta disminuye.
La República de Turquía (Türkiye), heredera del Imperio Otomano, fue fundada en 1923 por Mustafa Kemal Atatürk, (1881-1938), un mariscal de campo y célebre estadista turco, siendo también el primer presidente de la República de Turquía. Fue Atatürk, quien bajo su comando guió la victoria turca en la batalla de Galípoli, (19 de feb 1915-9 de ene 1916) tras el derrumbamiento del Imperio Otomano, y en medio de la Primera Guerra Mundial (28 jul 1914 – 11 nov 1918).
Y ahora les propongo estimados lectores, un gran salto, como lo es pasar de la victoria de Mustafa Kemal Atatürk en la batalla de Galipoli 110 años atrás, a la actual presidencia de Recep Tayyip Erdoğan, la cual ejerce desde el año 2014, sin poder inobservar que fue Presidente del Consejo de Ministros, (Primer Ministro) desde el 14 de marzo de 2003 al 28 de agosto de 2014. Pero la Turquía política e institucional cambió a partir del año 2016, como consecuencia de un intento de golpe de estado, patrocinado por una facción del ejército con el apoyo de algunos líderes políticos y religiosos y fundamentalmente por ser contrarios a un acuerdo de Paz firmado por el gobierno de Erdogan en el año 2013 con el partido que representa a la población Kurda turca. Los golpistas del 2016 no perdonaron que Erdogan hubiese firmado un acuerdo de Paz con las fuerzas irregulares del PPK y que en combates entre la guerrilla y el ejército turco muriesen centenares de soldados. Esta fue una de las razones que utilizaron los golpistas para perpetrar ese ataque a la democracia turca.
Este fracasado intento de golpe tuvo como resultado para los involucrados, entre otros, que de los 500 acusados, 291 han recibido entre 1 y 79 cadenas perpetuas agravadas y el resto entre 10 y 30 años de prisión. Sin pretender entrar en el fondo de la cuestión, un hecho similar ocurrido en Venezuela en el año 1992, dejó 87 soldados asesinados y más de 120 heridos. Los golpistas fueron llevados a prisión por su participación en este delito, pero el establishment de las elites políticas, empresariales e intelectuales exigieron, al unisono la inmediata libertad de esos delincuentes y así sucedió. El resultado de esa irresponsable actitud está a la vista. Los llevaron a prisión, saliendo en libertad la mayoría a las pocas semanas o meses, mientras a los inspiradores y jefes, su causa fue sobreseída y puestos en libertad un par de años después. Solo como un dato estadístico hoy Venezuela es el segundo en la clasificación de los países más miserables del mundo.
El hecho real e importante, desde una interpretación geopolítica de las consecuencias de esta asonada militar, es que el presidente Erdogan, aprovechó las circunstancias para convocar un referéndum constitucional, proponiendo se le concediese a las funciones del presidente una serie de responsabilidades que estaban reservadas a otros poderes del estado. El resultado del referéndum fue el de una pírrica victoria para Recep Tayyip Erdogan, si pírrica, es verdad, pero victoria siempre para este economista, quien inicialmente se educó para servir como Imán de su comunidad religiosa, convertido posteriormente en un político y quien hoy ocupa un sitial importante en las relaciones inter naciones del mundo contemporáneo.
Con esta victoria, Recep Tayyip Erdogan alcanzó un inmenso poder, al transformar un cargo meramente representativo, la presidencia de la República, en un cargo ejecutivo, abandonando así Ankara los tradicionales sistemas parlamentarios de la mayoría de las democracias europeas. El referéndum le propuso al electorado 18 reformas que aumentaban sus competencias. Así, la consulta votó el pasar de un sistema parlamentario a uno presidencial; suprimió el cargo de primer ministro, transfiriendo gran parte de las responsabilidades como funciones de la presidencia de la república. Igualmente a partir de ese año sería el presidente en funciones, quien nombraría a los ministros sin pasar por la aprobación del poder legislativo; así mismo el cambio en la constitución le permite elegir a la mitad del Alto Consejo de jueces y fiscales, que nombra a su vez al personal del sistema judicial, (aspecto este de gran importancia en los regímenes con un autócrata a la cabeza). Esta reforma le permitió eliminar los tribunales militares, otorgandole la posibilidad de decretar el Estado de emergencia antes de someterlo al Parlamento. El referéndum también propuso y así fue adoptado, la limitación del mandato presidencial a dos periodos de cinco años. Este, de ganar Erdogan el próximo 28 de mayo sería su segundo periodo, obviamente esperando que con la amplia victoria parlamentaria, ya que han obtenido 324 escaños del total de 600, no planteen el llamado a otro referéndum, proponiendo la reelección presidencial sin límite.
El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) así como su lider indiscutible,el presidente Recep Tayyip Erdoğan, hoy cuestionado por la mitad del electorado, son expresiones de la extrema derecha política y religiosa, opuesta a una mayor liberalización de la sociedad turca, la misma que buena parte viene de la conquista Otomana de Konstantiniyye, no obstante los innumerables tentativos de la administración de Recep Tayyip Erdogan por hacer de esa sociedad una más conservadora y más arraigada a las tradiciones religiosas, las cuales, en otras naciones musulmanas, como Afganistan o la Republica Islamista de Iran no son un espejo donde se puede mirar libertad y respeto por el pensamiento del prójimo.
Finalizo este trabajo con una gran interrogante: ¿ Cómo entender que este gran país, la Turquía, con una democracia activa, siendo un país pujante y de vieja cultura, sea al mismo tiempo un soporte de una dictadura criminal, que mantiene bajo secuestro al pueblo de Venezuela en la más increíble indigencia ?
Raúl Ochoa Cuenca en Anfi del Mar, el 20 de mayo del año 2023.