(07 de febrero del 2023. El Venezolano).- Tal vez la Venezuela de Nicolás Maduro, a la que quieren lavar la cara con el cuento de que «se está arreglando», es el único país del mundo en que la policía se dedica al secuestro express de ciudadanos. He recibido múltiples denuncias, incluso de dos personas cercanas a la Policía Nacional Bolivariana (PNB), que me informan sobre la instalación de alcabalas móviles de este cuerpo policial en las adyacencias de Caracas, que realizan el siguiente «modus operandi»: detienen un carro con su chofer como víctima, luego inician una revisión, siembran al vehículo de marihuana, cualquier droga o algo ilegal, para llevarse detenido al conductor a la sede de la Policía Nacional Bolivariana, en el Helicoide.
Por Fernando Conde
Acto seguido, en algunos casos llaman a un familiar de la víctima u obligan al propio secuestrado que haga la llamada con una sola exigencia: piden entre 5.000 y 10.000 DÓLARES EN EFECTIVO para dejar en libertad al detenido, SIN INVOLUCRAR a más familiares, amigos y mucho menos abogados. Luego, fijan una hora límite para la entrega de semejante suma de dinero, de lo contrario, la víctima será sometida a torturas. Aquí estoy describiendo un vulgar secuestro perpetrado por uniformados de un cuerpo policial, en un país también secuestrado por una podrida dictadura, en el cual no existen las leyes ni el estado de derecho.
Y con el alma en vilo, solo un familiar tiene que llegar al lugar donde le indique el «polisecuestrador» con el pago del rescate. Y sí, dejan en libertad al secuestrado, pero solo después de amenazar su vida y la de su familia si informan sobre lo sucedido. ¿Qué tal? ¿Venezuela se está arreglando? Los funcionarios de la PNB involucrados en estos secuestros express no tienen interés alguno de mantener detenido a la víctima, para luego llevarlos a la fiscalía y levantar cargos, ese no es su negocio. No quieren reseñar a los secuestrados porque solo buscan el pago de miles y miles de dólares solo en efectivo, no quieren dejar ningún rastro del delito.
Por eso las víctimas, una vez en el Helicoide, entran por una puerta clandestina acompañados por los delincuentes uniformados de la PNB. Los que han estado ahí narran momentos de horror, de miedo y desesperación. Ellos vieron a jóvenes detenidos que no parecen llegar a los 20 años de edad y de personas un poco más adultas presas del pánico. Ellos saben muy bien que las torturas también matan. Tampoco me extraña que alguien en la Fiscalía General chavista forme parte de esta banda criminal de secuestradores uniformados, porque han permitido que la PNB revise los carros a su antojo en esas alcabalas móviles.
Yo pocas veces te pido que compartas algo que escribo, pero hoy sí vería con agrado que lo hicieras con esta denuncia, por la gente de mi Venezuela.