(13 de septiembre del 2022. El Venezolano).- Mayoritariamente indiferentes ante la muerte de Isabel II, muchos latinos de Londres se indignan por el gasto de las fastuosas exequias reales en un momento de grave crisis económica, sentimiento compartido con otras comunidades migrantes, especialmente las procedentes de excolonias británicas.
En muchas zonas de la ciudad el rostro de la reina, fallecida el pasado jueves a los 96 años, mira a los transeúntes desde las vitrinas de bancos, tiendas y cafeterías que colgaron sus retratos en homenaje.
Pero en Elephant and Castle, el barrio latino por antonomasia, la imagen brilla por su ausencia.
«Nadie ha puesto su foto, solo se ven en las paradas de autobuses», explica a AFP Mauricio Holguín, cocinero colombiano de 40 años que lleva tres viviendo en el Reino Unido, tras 23 en España.
La muerte de la monarca no dejó apenas huella en esta parte de la capital, lejos del Palacio de Buckingham y otros centros de poder.
«Comentamos la noticia el primer día y luego ya«, afirma Holguín mientras, ataviado con un delantal, prepara platos en Aroma de Café, casa de comidas típicamente colombiana, como casi todo en Elephant and Castle.
«La gente está aquí a otro cuento, estamos solo para trabajar y tienen que haber vivido aquí mucho tiempo para apreciar a la reina», afirma Carlos, que prefiere no dar su apellido, sentado a una de las mesas.
– «Derroche ridículo» –
Araceli Rodríguez, de 70 años, llegó al Reino Unido desde Medellín en 1978, «cuando ni siquiera se había casado el príncipe Carlos» con Diana, afirma sobre el hijo mayor de la reina, ahora convertido en el nuevo monarca.
Hace cola para enviar una remesa, pero no piensa hacerla para despedirse de la difunta Isabel II. «La monarquía en general no me aporta nada, ¿en qué nos conviene tener una reina o un rey?», se pregunta, considerando «ridículo» el masivo «derroche en homenajes».
«Tanta cola para honrar a una señora que lo tuvo todo», lamenta Rodríguez, criticando que «hasta los perros de la reina tenían su propia habitación», cuando en el Reino Unido mucha gente sufre por el exorbitado coste de la vida.
El país registra su peor inflación en 40 años, que se prevé supere 13% en diciembre y pone a muchas familias en graves dificultades.
«La pobreza que se ve ahora en Inglaterra no se veía cuando yo llegué», asegura esta trabajadora de una residencia de ancianos ahora jubilada.
Según John Plassard, analista de la financiera Mirabaud, «el coste total de las exequias se estima entre 34 y 37 millones» de dólares.