(27 de octubre del 2022. El Venezolano).- Sagaz, oportuna y adecuadamente, la Casa Blanca juega duro (compele) con licencia para Chevron en Venezuela, a la espera-condición sine qua non- de un careo en México bajo el esquema conmocionado que nos constriñe: humanitario, sociopolítico y socioeconómico.
Por Isaías Márquez
En efecto, ante una posible extensión de licencia para Chevron sería el modo de concertación de Washington a fin de retomar los acercamientos políticos; venia que propiciaría un rescate de nuestra industria petrolera, de eficiencia ínfima, y sería una de las mejores perspectivas para Chevron resarcir millardos de USD por acreencias en una nación donde las empresas petroleras cerdean, entre otras, por la antijuricidad reinante.
Los funcionarios estadounidenses han aclarado diáfanamente, que el propiciamiento a la petrolera Chevron Corp (CVX.N) para desarrollarse quedaría sujeto a un requisito sine qua non: porque el régimen y la oposición venezolanos retomen las eflexiones electorales en México en una primera ronda, al menos, sobre lo cual se aparenta no haber mucho norte político, vital para resarcirnos de la crisis política que nos enturbia, a causa de intereses interpuestos, fundamentalmente, así como del temor a ceder espacios o quizá por unirse mansamente, al rival, o proseguimos hostiles ante un país dividido y en caída casi irreversible. Viene a colación la máxima del Libertador Simón Bolívar ante el Congreso de Angostura (15/2/1819), relevante al umbral de la Gran Logia de la República de Venezuela: “¡Unión! ¡Unión o la anarquía os devorará!”.
Asimismo, tenemos en nuestra historia del siglo XIX, un caso trasladable al hoy por hoy: el Tratado de Coche (4/1863), que impuso el término expreso de la Guerra Federal, signado entre conservadores y rebeldes federales, cuyo debate nunca pasó de ser una interacción doctrinaria entre las élites políticas del país; entonces, quizá deberíamos hallar el sentido más exacto de la Guerra Federal en la fase inclusiva que significó para ambas sociedades fraternales, rivales y en pugna.
Y, retomando al tema de la producción petrolera, por la crisis del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), quizá Chevron no podría lograr sus metas cabalmente, así como por el estado precarísimo de las instalaciones petroleras.
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