(06 de noviembre del 2021. El Venezolano).- Confieso que una de las noticias que más nos ha impactado en los últimos tiempos fue cuando Sol nos escribió aquel sábado 30 de octubre vía WhatsApp para decirnos que habían malas noticias y ante mi pregunta inmediata de lo que se trataba nos dice: “Papi acaba de fallecer”, en los segundos que pasaron entre lo que me informaba y mi pregunta de: ¿Qué pasó? jamás pudo pasar por mi mente que se trataba de la desaparición física del amigo, del hermano Fernando.
Con Fernando nos unieron más de 50 años de amistad y de afectos, de tal manera que pudiéramos escribir muchas cosas de las que vivimos y compartimos juntos, pero como no se trata de eso, quiero destacar al Fernando que muchos conocimos: auténtico, transparente, apasionado y por sobre todas las cosas solidario. No tenía términos medios, era tal y como lo veíamos, no había posturas o cliché, el amor por su familia, y en especial por su adorada Chilin y por sus hijos era inmensurable, por sus hermanos y de igual manera por sus amigos.
Defendía con vehemencia todo lo que creía: sus posiciones políticas, la lucha permanente por conseguir una Venezuela mejor, el fanatismo por sus queridas Águilas del Zulia y los Yankees de Nueva York, por todo lo que tuviera que tener con la zulianidad, y su solidaridad para quien pudiera ayudar de cualquier manera, eran parte importante de su actuar y de su proceder.
El Zulia pierde a un ser humano excepcional, con un historial impoluto como servidor público y como docente en una institución que amó y defendió con todas sus fuerzas como es nuestra querida Universidad del Zulia. En lo personal no puedo menos que sentirme muy orgulloso no sólo por su afecto, su amistad y su hermandad, sino por esas largas tertulias de orientación y de consejo permanente, sobre todo si se trataba de El Venezolano proyecto que desde un inicio (hace 30 años) lo hizo suyo para nuestro orgullo y satisfacción.
Le comenté a Chilin, a Sol y a Oswaldo que había perdido un hermano, pero estoy seguro que más que eso el Zulia perdió a un zuliano ejemplar y que Dios ahora estará feliz con la combatividad de Villapol, con la equidad de Julito y las ocurrencias de Fernando. Desde ya seguirán guiándonos… Amén
Escrito por: Oswaldo Muñoz, director Grupo Editorial El Venezolano