(06 de julio del 2020. El Venezolano).- El ministro de Asuntos Exteriores británico, Dominic Raab, ha anunciado este lunes la esperada lista de sanciones contra responsables de violaciones de los Derechos Humanos conocidas como sanciones Magnitski, que incluye individuos de Arabia Saudí, Corea del Norte, Rusia o Birmania.
Las personas que sean incluidas en esta «lista negra» serán sancionadas con bloqueo de cuentas bancarias y prohibiciones de viaje, en la que supone la primera ocasión en la que Reino Unido penaliza a sospechosos de crímenes contra los Derechos Humanos.
«Este Gobierno quiere que Reino Unido sea una fuerza del bien aún mayor en este mundo. Los responsables de los peores abusos contra los Derechos Humanos tendrán que rendir cuentas», ha afirmado Raab ante el Parlamento, según recoge el diario británico ‘The Guardian’.
Estas sanciones incluirán a quienes atenten contra el derecho a la vida, contra la libertad mediante torturas o esclavitud, pero no solo a quienes perpetren estos crímenes, sino también a quienes se beneficien de ellos, ha indicado Raab.
En particular Raab ha mencionado a los implicados en los asesinatos del abogado ruso Sergei Magnitski, el periodista saudí Yamal Jashogi, en los ataques contra los rohingyas en Birmania o en el trabajo forzado en Corea del Norte.
Entre los nombres señalados destaca el de Saud al Qahtani, un estrecho colaborador del príncipe heredero saudí Mohamed bin Salmán, implicado en el asesinato de Yamal Jashogi, un periodista crítico con la casa real saudí y que trabajaba para ‘The Washington Post’, el cual desapareció el 2 de octubre de 2018 tras entrar en el consulado saudí en Estambul para gestionar unos documentos.
«Quienes tengan sangre en sus manos no podrán pasearse libremente por este país, comprar inmuebles en King’s Road, hacer sus compras navideñas en Knightsbridge ni meter dinero sucio en los bancos británicos», ha asegurado Raab.
Las sanciones se amparan en la Ley de Sanciones de 2018 que instaura un régimen de sanciones propio tras décadas de sintonía con la Unión Europea.
La oposición ha saludado la propuesta a través de un integrante de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento, Chris Bryant, aunque ha reprochado los retrasos en su tramitación por parte de los sucesivos gobiernos conservadores.
El mecanismo por el momento excluye los casos de corrupción, aunque sus impulsores defienden que es un primer paso que permite posteriores ampliaciones. En cualquier caso señalan que busca no ser un castigo en sí mismo, sino «animar a que mejore el comportamiento».
Con información de Europa Press