(31 de julio del 2019. El Venezolano).- La primera jornada de la segunda ronda de debates entre los precandidatos demócratas a la presidencia de Estados Unidos dejó en evidencia las profundas divisiones en el partido sobre cuál es la mejor manera de ganar las elecciones de 2020.
A través de la BBC se conoció que los senadores Elizabeth Warren y Bernie Sanders, los candidatos más progresistas entre los diez invitados este martes, fueron atacados por sus colegas más moderados.
Las tres mujeres y los siete hombres presentes en el debate discutieron sobre atención médica, la política en las fronteras y sobre cómo derrotar a Donald Trump.
Diez demócratas más, incluidos Joe Biden y Kamala Harris, protagonizarán otro debate este miércoles.
El candidato del Partido Demócrata será nombrado oficialmente el próximo julio en la convención del partido. La elección presidencial tendrá lugar meses después, en noviembre.
¿Quién ganó el debate?
Análisis de Anthony Zurcher, corresponsal de la BBC en Norteamérica sostuvo que el debate del martes tuvo momento un poco de pelea de pandillas, con los candidatos divididos en dos grupos distintos: moderados y progresistas.
Dado que los dos progresistas, Elizabeth Warren y Bernie Sanders, también son dos de los candidatos en lo más alto de las encuestas, esta dinámica terminó ayudando a algunos de los candidatos moderados. Hasta ahora, han quedado desplazados por Joe Biden, el rey de los moderados.
Ya que Biden no subirá al escenario del debate hasta este miércoles por la noche, dependía de candidatos como el congresista de Ohio Tim Ryan, el gobernador de Montana Steve Bullock y el excongresista de Maryland John Delaney defender el ala moderada en su pelea interna.
Fue algo positivo para estos candidatos, quienes tuvieron mucho tiempo ante las cámaras para defender y exponer sus puntos de vista.
¿Ayudará a alguno de ellos a subir en las encuestas? Puede que sí, si Biden vuelve a flaquear el miércoles. De lo contrario, el exvicepresidente puede ser quien se beneficie de lo que ocurrió en la noche de este martes.
Sanders y Warren también estarán satisfechos con su actuación. Ambos soportaron ataques y tuvieron la oportunidad de demostrar que podían dar lo mejor de sí mismos.
De los dos, Warren probablemente estará más contenta, porque se adelanta a Sanders en las últimas encuestas y nada de lo ocurrido el martes haría pensar en un cambio en esa tendencia.
Otros, como Amy Klobuchar, Beto O’Rourke, John Hickenlooper, Marianne Williamson e incluso Pete Buttigieg, desaparecieron con frecuencia.
Como suele ser el caso con debates como estos, las voces más tranquilas tienden a perderse en el estruendo.
Moderados contra progresistas
Varios candidatos comenzaron el debate criticando las políticas de Warren y Sanders y calificándolas como «imposibles» y no como la forma en que el partido puede derrotar a Trump.
El debate destacó la división entre los bandos moderados y progresistas del partido sobre qué políticas serán más eficaces para atraer a los votantes en 2020.
Muchos se centraron en su propia experiencia en distritos o estados típicamente republicanos, como la senadora por Minnesota Amy Klobuchar o el gobernador de Montana, Steve Bullock.
Si bien muchos habían anticipado que Sanders y Warren -quien ha estado despuntando en las últimas encuestas- chocarían frontalmente en este debate, los dos parecieron estar más bien unidos ante las circunstancias y los ataques del resto.
El excongresista por Maryland John Delaney fue el primero en dirigirse directamente a los dos senadores, al calificar sus políticas como de «liberar todo» y criticar sus «promesas imposibles que no atraerán a los votantes independientes».
Tras un cruce de declaraciones con Delaney, Warren recibió grandes aplausos por decir que los candidatos no deberían centrarse en todas las cosas que no pueden hacer.
Mientras tanto, la senadora Klobuchar dijo que los demócratas deberían ser directos y que están «más preocupados por ganar una discusión que por ganar una elección».
Los principales temas de discusión
La atención médica, que ha sido un asunto importante para los demócratas y fue foco de atención en las elecciones de medio término del año pasado, fue el principal punto de discordia el martes en la noche.
La primera pregunta que se planteó a los candidatos fue si el plan de Sanders para un sistema de salud con cobertura universal, un «Medicare para Todos», sería un «suicidio político».
Los candidatos discutieron si era mejor poner en marcha el Medicare para Todos o extender el sistema creado por Barack Obama, la Ley de Cuidado de Salud Asequible, la «Obamacare».
Pero otro tema de discusión destacado, y en el que los candidatos discreparon, fue cómo manejar la crisis en la frontera con México.
Buttigied y O’Rourke -quien es de la región fronteriza de Texas- ofrecieron políticas para cambiar los sistemas existentes, pero indicaron que los cruces fronterizos continuarían siendo ilegales.
Los candidatos más liberales, Warren y Sanders, subrayaron que las familias que lleguen a la frontera no deberían ser criminalizadas.
«He visto a las madres, he visto las jaulas de los bebés», dijo Warren. «Debemos ser un país que vive diariamente con valores y eso significa que no podemos declarar un crimen cuando alguien entra aquí«.
Ryan, por su parte, argumentó que esas propuestas sólo provocarían que la gente entrara ilegalmente al país.
Los candidatos también abordaron los temas de la raza. O’Rourke y Williamson pidieron reparaciones, una compensación para los ciudadanos negros por la esclavitud.
Otros, como Klobuchar, propusieron políticas que beneficien a todos los estadounidenses, como mejor educación y mejores salarios para los maestros.
Los 10 candidatos, en general, estuvieron de acuerdo en lo que se refiere a violencia armada, dinero oscuro en la política y la necesidad de abordar el cambio climático.
Con información de la BBC Mundo