(06 de octubre del 2020. El Venezolano).- Cuando surgió el fascismo y el nazismo tanto el pueblo italiano como el pueblo alemán no imaginaron hasta dónde podían llegar esos planteamientos que, apoyaron y siguieron hasta la muerte.
Los europeos, ciudadanos de alto nivel cultura, aceptaron posiciones “filosóficas” radicales donde el jefe de la manada era más importante que la propia manada; donde la voz del “caudillo” era la voz de Dios. A Hitler se le catalogó como “el Fuhrer” o guía máximo, Mussolini era el duche -el guía-. En España, Franco, obtuvo el título de caudillo de España –¡por la gracia de Dios!-. En Rusia a Stalin lo amaron de tal forma que le decían “padrecito”-
Después de sus respectivas derrotas, estos dictadores fueron señalados, descalificados y acusados….nunca nadie pensó que en pleno siglo XXI surgieran ciudadanos que necesiten seguir a un jefe de estado como si fuera un “dios” parecido a cualquiera de esos depredadores.
Existen múltiples análisis e investigaciones que estudian el porqué surgieron éstos jefes narcisistas y controladores…. pero nuestra interrogante es:
–¿Qué tipo de personas siguen fanáticamente a un candidato presidencia como al gran líder y sí estás en su contra eres comunista, ¿judío? pedófilo o cualquier otro apelativo que no tiene que ver con ser demócrata o republicano?-
¿Por qué la figura de un hombre fuerte, de un padre autoritario; más que la de un presidente- atrae a ciertos grupos de ciudadanos como para lograr convertir una campaña electoral en una cruzada de odios, acusaciones y sectarismo?
¿Qué le sucede a ciertos venezolanos que insultan a una animadora tan querida como Erika de la Vega por sólo expresar su opinión contraria a quienes necesitan al “padrecito” en que han convertido o desean convertir al presidente Trump?
¿De dónde surgen estas personas preparadas -como lo fueron los ciudadanos alemanes, o los italianos- a creer en teorías conspirativas que conviertan una simple votación en una cruzada donde si no votas por “el líder” se perderá la república y como por arte de magia se instalará el comunismo en el país que representa la esencia del capitalismo?
Algo sí está claro: quienes crearon esta campaña descubrieron que todo lo que suene a liberalismo hay que atacarlo y el mejor calificativo para ello es decirles ¡comunistas!! A esto le teme la gente y ahí hay que enfocarse: “yo el padrecito te voy a salvar de tus temores”.
Trump no logró hacer “América grande de nuevo” pero sí revivir los temores del macartismo y desviar la discusión que pudo ser sobre cómo mejorar la economía, ocuparse de la situación de la salud y la educación para enfocarla en la idea de que el otro candidato -un hombre que tiene casi cincuenta años en la política norteamericana,- un social demócrata- encabeza un movimiento maligno -como supuestamente lo iban a hacer los judíos en la Alemania Nazi- para destruir el sistema capitalista norteamericano e instaurar un nuevo orden mundial –donde se mezclan los intereses de empresarios multimillonarios -todos pedófilos- al servicio de los intereses de los chinos comunistas.
Sería bueno preguntarle al escritor Stephen Edwin King cuál es su versión de los hechos.