(13 de enero del 2025. El Venezolano).- Revisando archivos. especialmente en estos últimos días, más que otros y de frente al ordenador, mirando sin mirar, pero reflexionando sobre este extraño a la vez macabro espectáculo histórico contemporáneo, que esta banda de “malhechores” y el cual, obliga al pueblo todo a ser coprotagonista del proceso que vive nuestro atribulado país. Efectivamente en esa revista, tanto de trabajos de mi autoría, como de muchos otros, quienes con sus escritos nos hacen ver las realidades, o simplemente soñar en este mundo tan bello como horrible, tan lleno de sabiduría como de ignorancia y tan bondadoso como cruel.
Sí, llegó el 9 de enero y el 10 de enero Nicolas Maduro, con la complicidad de países autocráticos, pero especialmente secundado por esa banda de delincuentes disfrazados de militares que han secuestrado las instituciones del país, se auto proclamó Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.
Mientras el pueblo, ese mismo con su civismo y coraje le dice a ese sujeto que no lo quieren, que respete los 7 millones de venezolanos que el 28 de julio lo rechazaron, y quien no obstante las razias de las policías y de grupos paramilitares, ambos al margen de la ley, (como es todo lo público en Venezuela) pretenden, sin conseguirlo, crear pánico y terror en la población, me pregunto: ¿y los tenientes, los capitanes, aquellos de 300 dólares al mes entregados de las manos de un agente cubano, a cambio de una lealtad, pero de alta traición al pueblo sufrido y hambreado?.
Ha sido corriente escuchar que esos miles de efectivos militares, esos de 100 o de 300 dólares, están decididos a ayudar en la reinstalación de las libertades y del sagrado deber de defender al pueblo ¿Dónde están?.
¿Son ellos también, un segmento de la población comprado con dádivas y una caja Clap, si es verdad, un pelo más grande y donde los spaghettis no vienen infectados con gorgojos para felicidad de quien los cocina?
¿Son estos nuevos Comacates conscientes de que pudieran ser el elemento que eventualmente le podría ahorrar miles de muertos en una cada día más probable guerra civil? ¿o son simplemente un grupo de cómplices vendidos por tres monedas a esos generales grasosos, sudorosos y siempre acompañados de una hermosa y culona prepago?.
Comacates de nueva generación: ¿Son ustedes aquella fuerza que cuando en uniforme de gala, juraron honrar a Bolívar, a Paez, a Sucre y a Miranda? o solo son un grupo de venezolanos mal alimentados? Y son los mismos de aquel 5 de julio, cuando en voz alta juraron que estaban dispuestos a ofrecer la vida por ese pueblo?. O simplemente son otro grupo de hombres también disfrazados de hombres de honor, aun cuando los carnavales solo son tres días al año?. ¿ O simplemente es…. culillo?
Oficiales subalternos, herederos del Mariscal Antonio José de Sucre, no decepcionen al pueblo, aquel que antes los veía con respeto y admiración. Es el momento de recuperar el honor perdido.
Antes de iniciarse la batalla, que se dio en Ayacucho, Perú, el mariscal Antonio José de Sucre le dijo a sus guerreros: «Soldados, de los esfuerzos de hoy depende la suerte de América del Sur; otro día de gloria va a coronar vuestra admirable constancia. ¡Soldados! ¡Viva el Libertador!
Me permito agregar hoy a las palabras del mariscal Sucre: Viva Venezuela libre, en buena parte de ustedes dependerá.
Raúl Ochoa Cuenca, en Anfi del Mar, el 11 de enero del año 2025.