(05 de noviembre del 2021. El Venezolano).- Pfizer Inc. afirmó este viernes de acuerdo a nota publicada por AP que su píldora antiviral experimental para el covid-19 redujo las tasas de hospitalización y muerte en casi un 90% en adultos de alto riesgo, ya que la farmacéutica se une a la carrera para traer el primer medicamento fácil de usar.
Actualmente, todos los tratamientos de COVID-19 que se usan en los Estados Unidos requieren una vía intravenosa o una inyección. Ésta píldora del competidor Merck ya está bajo revisión en la Administración de Alimentos y Medicamentos después de mostrar resultados iniciales sólidos, y el jueves el Reino Unido se convirtió en el primer país en aprobarla.
Pfizer solicitará a la FDA y a los reguladores internacionales autoricen su píldora lo antes posible, luego de que expertos independientes recomendaran detener el estudio de la compañía basándose en la solidez de sus resultados. Una vez que Pfizer presente la solicitud, la FDA podría tomar una decisión en semanas o meses. Si se autoriza, la empresa venderá el medicamento bajo la marca Paxlovid.
Investigadores de todo el mundo se han apresurado a encontrar una pastilla contra el COVID-19 que se pueda tomar en casa para aliviar los síntomas, acelerar la recuperación y reducir la agobiante carga para los hospitales y los médicos.
Pfizer publicó el viernes los resultados preliminares de su estudio de 775 adultos. Los pacientes que recibieron el medicamento de la compañía junto con otro antiviral poco después de mostrar síntomas de COVID-19 tuvieron una reducción del 89% en su tasa combinada de hospitalización o muerte después de un mes, en comparación con los pacientes que tomaron una pastilla ficticia. Menos del 1% de los pacientes que tomaban el medicamento debían ser hospitalizados y nadie murió. En el grupo de comparación, el 7% fueron hospitalizados y hubo siete muertes.
«Esperábamos tener algo extraordinario, pero es raro que se vean excelentes medicamentos con casi un 90% de eficacia y un 100% de protección contra la muerte», dijo el Dr. Mikael Dolsten, director científico de Pfizer, en una entrevista.
Los participantes del estudio no estaban vacunados, tenían COVID-19 leve a moderado y se los consideró de alto riesgo de hospitalización debido a problemas de salud como obesidad, diabetes o enfermedades cardíacas. El tratamiento comenzó entre tres y cinco días después de los síntomas iniciales y duró cinco días. Los pacientes que recibieron el fármaco antes mostraron resultados ligeramente mejores, lo que subraya la necesidad de pruebas y tratamientos rápidos.