(05 de febrero del 2024. El Venezolano).- Marcos Carabello, el joven de 26 años detenido el pasado fin de semana por posar para una sesión de fotos en la Basílica de La Chinita en Maracaibo, estado Zulia, fue liberado y reunido con sus familiares, según informó el Observatorio de Violencias LGBTIQ+.
Carabello fue aprehendido por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), junto con Nerio Antonio Bello Negrón, de 58 años, quien proporcionó la vestimenta y participó en la sesión de fotos en la plazoleta de la iglesia San Juan de Dios.
La detención se llevó a cabo bajo la acusación de ultraje al pudor público, argumentando que la actividad del joven atentaba contra las buenas costumbres y el orden familiar, según la minuta de la PNB.
El Observatorio de Violencias LGBTIQ+ anunció en redes sociales la liberación de Carabello y Bello Negrón, y aprovechó para exigir a la Defensoría del Pueblo y al Ministerio Público que investiguen a los funcionarios involucrados en el procedimiento, alegando prejuicios homofóbicos y discriminatorios.
Este incidente provocó la preocupación y rechazo de varias organizaciones defensoras de derechos humanos. El Laboratorio de Paz, el Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+ y Caleidoscopio Humano emitieron un comunicado conjunto señalando que la detención del joven constituye una violación del derecho a la no discriminación y la libertad cultural.
«Es muy preocupante que estas detenciones se sumen a otras acciones de judicialización y criminalización que, por motivaciones religiosas, estigmatizantes y prejuicios, son discriminatorias y violatorias de derechos fundamentales y principios de igualdad y respeto a las expresiones por orientación sexual y género», expresaron las ONG en el comunicado.
El caso de Marcos Carabello destaca la importancia de proteger los derechos fundamentales y la diversidad, así como de abordar las prácticas discriminatorias basadas en prejuicios y estigmatización. La liberación del joven ofrece un respiro, pero la atención sobre los derechos de la comunidad LGBTIQ+ en Venezuela sigue siendo crucial en un contexto donde la discriminación persiste.