(25 de enero del 2022. El Venezolano).- Apenas los reconozco, legisladores y líderes republicanos cubanoamericanos de Miami.
Escrito por Fabiola Santiago
Son un grupo vergonzoso.
¿Cómo pueden pedir democracia para Cuba en serio —y con asomo de credibilidad— cuando suscriben y pasan por alto los impulsos fascistas y racistas del gobernador Ron DeSantis en la Florida?
Ustedes están del lado de censurar lo que grupos de personas, entre ellos educadores y empresarios, pueden decir sobre la historia y la discriminación de los negros. Están del lado de la supresión de los derechos al voto de las minorías en nombre de la dominación política de un partido y a expensas de la democracia.
Deberían sonarles:
La gente es censurada, es gobernada por un partido y se le niegan sus derechos en Cuba, Venezuela y Nicaragua. Pero, para ustedes, está bien hacerlo en la Florida cuando el tirano del momento es DeSantis, cuyo trabajo sucio de acoso racial y sus fechorías electorales ustedes ayudan a promover rápidamente en la Legislatura.
Esquema electoral de DeSantis
En su último esfuerzo por saltarse los principios democráticos de equidad electoral, DeSantis ha presentado a la Legislatura de la Florida su propio mapa de redistribución de distritos del Congreso, que favorece claramente a los republicanos y priva de derechos a las minorías. “Reduce el número de distritos en los que los afroamericanos podrían elegir un representante de su escogencia en un 50%, y mengua [el] poder de voto de los ciudadanos hispanos a pesar del dramático crecimiento de la población hispana en la Florida en los últimos 10 años”, dijo al Miami Herald la abogada de Miami Ellen Freidin, presidente del grupo de defensa Fair Districts Now.
¿Cómo pueden ustedes, los herederos políticos de los cubanos que lucharon por una representación justa étnica y racial, defraudar a su propia comunidad y apoyar a DeSantis cuando obra así?
Los líderes cívicos hispanos de la Florida de antaño se revuelcan en sus tumbas —y los que todavía están en pie están asqueados de lo que ustedes están permitiendo. El ambicioso DeSantis intenta acomodar la baraja en varios frentes para asegurarse una victoria en la Florida si se convierte en el candidato republicano para las elecciones presidenciales de 2024.
Y trata de asegurar su reelección este otoño mezclando alarmismo con temas candentes que apelan a los niveles más bajos de xenofobia.
Hacerlo no es una estrategia política inteligente y aceptable como se intenta argumentar. Con su movimiento descaradamente inconstitucional de gerrymandering (acomodar) los distritos por sí mismo —los mapas entregados al presidente del Senado con una carta advirtiendo que él tiene el poder de aprobar o desaprobar sus mapas— está violando las normas estatales de Distrito Justo y la Ley de Derechos de Voto. ¿Cómo pueden ponerse del lado de él, como una colección de cabezas de chorlito?
Otros cubanos lucharon por la representación
Los primeros líderes cívicos y políticos de la comunidad cubanoamericana sobre los cuales informé durante décadas —republicanos, demócratas e independientes, codo con codo, y otros aliados hispanos como el alcalde de Miami, Maurice Ferré, puertorriqueño— lucharon por el derecho de las minorías a la representación. Las suyas fueron largas y duras batallas por el derecho al voto, a la ciudadanía americana, y a distritos donde las minorías tuvieran una oportunidad justa de competir.
Y algunos de los mismos votantes del grupo de DeSantis (ahora personas mayores, pero no más sabias) despreciaron a los cubanoamericanos; nos dijeron que volviéramos a Cuba o a México y, cuando no lo hicimos, huyeron de Miami en masa. Ustedes son libres, por supuesto, de tomar la posición política que quieran, pero sepan esto: están deshonrando a los líderes cívicos sobre cuyos hombros están parados, aquellos que trabajaron fuertemente para asegurar los derechos civiles que ustedes disfrutan. Lo que está sucediendo en la Florida bajo la dirección de DeSantis no es una política partidista rutinaria.