(22 de septiembre del 2020. El Venezolano).- La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de proponer esta misma semana a una sustituta para la difunta juez del Tribunal Supremo Ruth Bader Ginsburg ha reabierto un antiguo debate sobre la posibilidad de ampliar el número de magistrados de la corte, algo que el candidato demócrata, Joe Biden, descartó en primarias pero sobre lo que ahora ha evitado pronunciarse.
El Supremo tiene nueve jueces desde hace más de 150 años, pero la Constitución no obliga a que sea así, ya que corresponde al Congreso decidir la cifra exacta de magistrados que consideran necesaria para la principal institución judicial del país norteamericano.
El reparto de poder antes del fallecimiento de Ginsburg ya inclinaba la balanza del lado conservador –cinco a cuatro– y Trump quiere que el Senado ratifique a una sustituta en las próximas semanas, lo que mermaría aún más el peso progresista en un tribunal cuyos jueces ocupan el puesto de forma vitalicia. El escenario judicial de Estados Unidos quedaría marcado a largo plazo.
Biden ha emplazado a Trump y, sobre todo, a los senadores a no avalar ningún nombramiento hasta que hayan pasado las elecciones, mientras en el lado demócrata surgen algunas voces que plantean la posibilidad de ampliar el número de miembros del Supremo. «Vamos a ganar las elecciones», respondió la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, al ser interrogada sobre este tema en una entrevista a la cadena ABC.
Biden reconoció el lunes en otra entrevista a WBAY que «es una pregunta legítima», pero se reservó el derecho a no contestarla. «Cambiaría el foco, que es lo que (Trump) quiere», afirmó el exvicepresidente, en cuya opinión el tema no es «lo que diga o no Biden» sino que Trump «va en una dirección completamente contraria a lo que los padres fundadores querían», informa Bloomberg.
La hemeroteca, sin embargo, sitúa al candidato demócrata del lado de quienes se oponen a la ampliación del Tribunal Supremo, recuerda NPR. Su posición más clara llegó en un debate en plenas primarias, cuando se opuso a una revisión: «Añadimos tres jueces. En las siguientes (elecciones), perdemos el control (del Congreso) y ellos añaden tres jueces. Perderíamos toda credibilidad que tuviese el tribunal».
Cuestión de plazos
Trump prevé anunciar esta semana el nombre de su candidata, con vistas a agilizar los plazos. En los últimos 45 años, la confirmación de los magistrados ha durado de media unos 70 días, pero hay precedentes de candidatos avalados en un plazo inferior a los 40 días que restan para las elecciones –ocurrió en 1975 y en 1981–.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, ha recordado que los republicanos ya bloquearon en 2016 el nombre puesto sobre la mesa por el entonces presidente, Barack Obama, lo que permitió a Trump promover a Brett Kavanaugh después de llegar a la Casa Blanca.
«Si una mayoría del Senado roba dos puestos en el Tribunal Supremo en seis años utilizando argumentos completamente contradictorios, ¿cómo esperamos confiar de nuevo en la otra parte?», ha planteado Schumer, según Bloomberg. Cuando Obama propuso a su candidato hace cuatro años, faltaban diez meses para las elecciones y Biden, entonces ‘número dos’ de la Administración, defendió el derecho de un presidente a nombrar jueces en año electoral.
Con información de Europa Press