(30 de diciembre del 2024. El Venezolano).- Toca cambiar el calendario y con ello la época de las recapitulaciones. Resumimos aquí las pérdidas que impactaron el mundo del béisbol de las Grandes Ligas, jugadores emblemáticos que ya no están con nosotros y que siempre vamos a recordar.
Por: Oscar Huete
Encabeza esta lista una muy reciente, la muerte hace solo una semana del genial beisbolista que fue Rickey Henderson “Man of Steal” dejó un vacío insustituible entre los amantes del béisbol. En una carrera de 25 años en las Grandes Ligas, Henderson robó un total de 1.406 bases y fue seleccionado para el Juego de las Estrellas en diez ocasiones.
Ganó el títulos de bases robadas en 13 ocasiones, siendo la temporada de 1982 cuando estafó 130 almohadillas, vistiendo la casaca de los Atléticos de Oakland, dejando atrás la marca de otro estafador famoso: Lou Brock quien tenía 120 en una campaña.
Su exaltación a la inmortalidad llegó en el 2009 después de recibir el 94,8 por ciento de los votos para el Salón de la Fama de la Asociación de Escritores de Béisbol de las Grandes Ligas.
Henderson, debutó en las Mayores vistiendo la camisa de Oakland en el año de 1979, pero también se uniformó con la de los Yankees de New York, Padres de San Diego, Los Ángeles de Anaheim, Mets de New York, Marineros de Seattle, los Medias Rojas de Boston y colgó los spikes vistiendo la de los Dodgers de los Ángeles en el 2003.
Fue el 24 de noviembre, que el deporte dominicano y del mundo del béisbol en general se estremeció con la partida de Rico Carty. Reconocido por sus excepcionales habilidades de bateo, lo que le valió el apodo de «Beeg Boy».
Debutó en 1963 con los Bravos de Milwaukee y disfrutó de una carrera de 15 años con equipos como los Bravos de Atlanta, los Indios de Cleveland y los Azulejos de Toronto. La temporada destacada de Carty llegó en 1970, cuando ganó el título de bateo de la Liga Nacional con un promedio de .366 y se convirtió en el primer All-Star seleccionado a través de una votación escrita de los fanáticos.
A pesar de las lesiones y una batalla contra la tuberculosis, se retiró con un promedio de bateo de .299 en su carrera, 204 jonrones y 890 carreras impulsadas, consolidando su legado como un talento pionero. Rico Carty falleció a la edad de 85 años.
Aún los amantes del béisbol no se recuperaban de la partida del “Tiante” cuando recibe otro golpe duro y directo al corazón, con la partida de Fernando “El Toro” Valenzuela, el 22 de octubre.
El mexicano creador de la “Fernando manía” se metió en el bolsillo a los miles de seguidores de los Dodgers de los Ángeles desde sus primeros pasos en las Mayores.
Guiado por uno de los mentores más emblemáticos del béisbol, el señor Tommy Lasorda. “El Toro”, icónico lanzador zurdo que ganó el Premio Cy Young de la Liga Nacional y el Premio Novato del Año cuando los Dodgers de Los Ángeles ganaron el campeonato mundial de 1981, murió a la edad de 63 años.
Valenzuela debutó con los Dodgers en 1980 y permaneció en gran medida fuera del radar de los fanáticos hasta 1981, cuando todo cambió. Esa temporada ganó sus primeras ocho aperturas (cinco por blanqueada) y tuvo una efectividad de 0.50 en 72 entradas.
“El Toro” dejó marca de 173 triunfos y 153 derrotas en 17 temporadas, donde vistió las franelas de los Dodgers, San Diego, Baltimore, Filadelfia, los Ángeles de Anaheim y los Cardenales de San Luis cuando decidió retirarse en 1997.
El 8 de octubre, el mundo del béisbol se estremecía con la muerte del lanzador cubano, Luis Tiant.
“El Tiante” fue ignorado por muchos años por los Escritores de Béisbol de las Grandes Ligas, para ingresar al Salón de la Inmortalidad, a pesar de poseer mejores números que muchos inquilinos de este prestigioso Salón.
Fueron 19 temporadas, deleitándonos con su maravilloso movimiento en la lomita de los sustos, siendo la campaña de 1974, cuando obtuvo su mayor cosecha con 22 triunfos y 13 derrotas, vistiendo el uniforme de su amado equipo los Medias Rojas de Boston.
El oriundo de Mariano, Cuba, debutó en las Grandes Ligas un 19 de julio de 1964, con los Indios de Cleveland, (1964-1969), luego vistió las franela de los Gemelos de Minnesota (1970). El 17 de mayo de 1971 firmó con los Medias Rojas de Boston, tras ser dejado libre por los Bravos de Atlanta.
Jugó ocho temporadas vistiendo la casaca de Boston, dejando una conquista de 122 triunfos y 88 derrotas, con 1075 ponches en 1.774.2 innings lanzados. Culminó su trayectoria por el mundo de las Grandes Ligas en 1982 uniformado con los Ángeles de Anaheim, no sin antes haber dejado su calidad de lanzador con los Yankees de New York (1979-1980) y los Piratas de Pittsburgh (1981).
Otra de las muertes que hemos lamentado este año, fue la de Pete Rose “El Rey del Hit”, el 30 de septiembre. El mundo del beisbol sufría otro golpe bajo tras la pérdida de este aguerrido, electrizante y apasionado jugador.
Vetado de todas los boletas para ingresar al Salón de la Fama, por sus apuestas al béisbol, Rose se convirtió el líder indiscutible del renglón de los imparables, el 11 de septiembre de 1985, al conectar su hit número 4.192 en el Riverfront Stadium, superando a Ty Cobb quien ostentaba el galardón con 4.189 imparables.
A Rose también, se le conoció con el sobrenombre «Charlie Hustle», fue un jugador y mánager de béisbol. Jugó en las Grandes Ligas de 1963 a 1986, sobre todo como miembro de la alineación de los Rojos de Cincinnati, conocida como la “Big Red Machine” por su dominio de la Liga Nacional en la década de 1970.
También jugó para los Filis de Filadelfia, donde ganó su tercer campeonato de la Serie Mundial en 1980, y tuvo una breve temporada con los Montreal Expos. Dirigió a los Rojos de Cincinnati de 1984 a 1989.
Y, rematando este resumen de jugadores que pasaron a mejor vida, nos encontramos entre otros al receptor puertorriqueño Ozzie Virgil Sr. Quien pasó a mejor vida el 29 de septiembre.
Virgil, militó 11 temporadas en las Grandes Ligas, debutó con los Filis de Filadelfia en 1980, luego jugó con los Bravos de Atlanta y finalizó su carrera con los Azulejos de Toronto
Sin duda, un año difícil para los que amamos el béisbol. Jamás vamos a olvidar la explosividad de Henderson sobre las bases, la agresividad de Pete Rose, las charlas interminables con el cubano Luis Tiant, la caballerosidad de Fernando Valenzuela y la sencillez de Rico Carty.