(29 de julio del 2022. El Venezolano).- Un barómetro de la inflación de Estados Unidos, seguido de cerca por la Reserva Federal, se disparó al 6,8% en junio con respecto a un año atrás, lo que supone el mayor aumento en cuatro décadas, dejando a los norteamericanos sin alivio ante el aumento de los precios.
Las cifras publicadas el viernes por el Departamento de Comercio subrayaron la persistencia de la inflación, que está erosionando el poder adquisitivo de los estadounidenses, debilitando su confianza en la economía y amenazando a los demócratas en el Congreso en el período previo a las elecciones legislativas de noviembre.
AP reseñó que vistos de mes a mes, los precios subieron un 1% de mayo a junio, más rápido que el aumento del 0,6% de abril a mayo y el mayor aumento desde 2005.
El informe del gobierno agregó que el gasto del consumidor superó la tasa de la inflación, aumentando un 0,1% de mayo a junio después de ajustar los cambios de precios. El gasto del consumidor se ha debilitado ante la alta tasa inflacionaria, pero está ayudando a impulsar la propia inflación, con una demanda aún fuerte de servicios que van desde boletos de avión y habitaciones de hotel hasta comidas en restaurantes y automóviles nuevos y usados.
La tasa inflacionaria ha estado aumentando tan rápido que, a pesar de los aumentos salariales que han recibido muchos trabajadores, la mayoría de los consumidores se están quedando atrás en relación con los gastos del costo de vida.
La alta inflación y las tasas de interés también están obstaculizando la economía de Estados Unidos, que se contrajo en el trimestre abril-junio por segundo trimestre consecutivo, intensificando los temores de que se avecina una recesión. Dos cuartas partes de crecimiento decreciente cumplen una regla general informal para cuando comienza una recesión, aunque una fuerte contratación indica que la economía aún mantiene focos de fortaleza y que aún no ha caído en recesión.