(09 de enero del 2025. El Venezolano).- Ayer, en sus redes sociales, Gustavo Petro, rechazó, al igual que todos nosotros, las arbitrarias e ilegales detenciones de sus amigos Enrique Márquez y Carlos Correa, dos demócratas destacados en la defensa de los derechos humanos y que también han denunciado el fraude electoral de Maduro. Dijo Petro: “Esto, y otros hechos, impiden mi asistencia personal al acto al que me invitó Nicolás Maduro (…) No podemos reconocer las elecciones que no fueron libres».
Escrito por: Carlos Tablante
Valoramos la declaración del Presidente de Colombia por sus importantes consecuencias políticas y diplomáticas y por la solidaridad manifiesta con dos connotados venezolanos de compromiso social y de convicciones democráticas, víctimas, junto con más de dos mil compatriotas, de la ola represiva más cruenta de nuestra historia.
En cuanto a su apreciación del proceso electoral llevado a cabo el 28 de julio, consideramos necesario aclarar lo siguiente:
1) No se trata de desconocer unas «elecciones que no fueron libres» sino reconocer que , a pesar de ello, a pesar de las inhabilitaciones, a pesar del ventajismo, a pesar de la violación de todos los compromisos suscritos por Maduro en las negociaciones de Barbados y Qatar, esas elecciones produjeron un resultado que se demuestra con el 85,18% de actas oficiales emitidas por las maquinas de votación, que le otorgan a Edmundo González Urrutia la condición de Presidente legítimo de la República Bolivariana de Venezuela para el periodo constitucional que se inicia mañana 10 de enero.
2) El desconocimiento no debe ser a unas «elecciones que no fueron libres» sino a un usurpador que, en una acción delictiva grotesca en confabulación con actores de los poderes constituidos y deslegitimados por su propio proceder antidemocrático, ha intentado desconocer el veredicto del pueblo soberano.
3) Hacer prevalecer el mandato constitucional es el deber de todos los ciudadanos venezolanos. Respaldar la vigencia de nuestra Constitución y la decisión expresada por el pueblo – venciendo el abuso de poder, la represión y sus pésimas condiciones de vida – es también el deber de la comunidad internacional y, muy particularmente, de las instituciones que representan a nuestra hermana República de Colombia.
Nuestra lucha es de frente y en todos los frentes en defensa de la soberanía de un pueblo que no quiere que continúe el desastre madurista y que con su voto marcó la ruta para el cambio urgente e imparable que reclama el país.
En las próximas horas, todos estamos convocados a participar, a involucrarnos en todas las movilizaciones para restablecer la plena vigencia de la Constitución y en defensa del resultado de las elecciones presidenciales realizadas el pasado 28 de julio.