(09 de febrero del 2024. El Venezolano).– El Gobierno de Colombia y la Segunda Marquetalia, una disidencia de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), iniciaron formalmente un proceso de diálogo, con miras a establecer un acuerdo de paz.
En una publicación difundida en las redes del Alto Comisionado de la Paz se adjuntó la declaración conjunta entre el Gobierno y la «organización armada rebelde«, como ha sido denominado este bloque del grupo guerrillero extinto.
Los equipos negociadores, dice el escrito, coinciden en la necesidad de llevar a cabo un proceso de paz «ordenado, ágil, riguroso y respetuoso«. Actualmente se desarrollan dos mesas de diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que culminó su sexto ciclo, y con el Estado Mayor Central (EMC) de las FARC, que empieza en marzo su cuarta ronda.
La Segunda Marquetalia —que formaba parte de las FARC y cuyo líder es Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’— se acogió al acuerdo de paz de 2016 y lo abandonó en 2019, alegando falta de garantías e incumplimiento de lo pactado.
¿Qué ocurrirá?
En el documento —suscrito por las partes el 1 de febrero y emitido tras una reunión sostenida entre el alto comisionado de Paz, Otty Patiño, e ‘Iván Márquez’— se notifica que están por definir la agenda y los protocolos de negociación para que pueda ser instalada la mesa de diálogo.
Este nuevo acercamiento es la continuación de los intercambios sostenidos con el anterior alto comisionado de la Paz, Danilo Rueda, en 2022.
¿Cuáles son los acuerdos ya firmados?
El 26 de febrero de 2023 las partes negociadoras llegaron a once acuerdos entre los que se encontraban el inicio formal del proceso de diálogos.
Además, se contemplaba desarrollar «de manera inmediata los acuerdos previos para el desescalamiento del conflicto».
Lo pactado también incluía solicitar a los gobiernos de Cuba, Noruega y Venezuela colaboración para el desarrollo del proceso. Del mismo modo, se pedía el acompañamiento del representante especial del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Colombia y de la Conferencia Episcopal.
El Gobierno y la Segunda Marquetalia expresaron su interés en «impulsar la conformación de zonas fronterizas de paz» donde se estimulen economías no ilícitas, haya respeto ambiental y de la población.
El grupo liderado por ‘Iván Márquez’ ratificó «su compromiso de desmarque total de las retenciones con fines económicos«, que es considerado como «secuestro con fines extorsivos» por el Ejecutivo y plantea la necesidad de búsqueda de diálogo con empresarios, ganaderos y comerciantes para buscar su «contribución al progreso de las comunidades rurales y urbanas».
El grupo rebelde también se comprometió a no cobrar «impuesto», que es de carácter extorsivo, a las «economías populares y las gentes del común».
Proceso sin «entrampamientos»
La Segunda Marquetalia y el Gobierno plantean un proceso de paz «sin incumplimientos ni entrampamientos», que además «garantice la vida y la seguridad de quienes se comprometan en él».
En otras oportunidades, tanto exmiembros de las FARC como funcionarios del Ejecutivo han denunciado el «entrampamiento» del que habrían sido víctima el fallecido exjefe guerrilero ‘Jesús Santrich’, por parte de la administración de Iván Duque y EE.UU., para que retomara las armas.
La solicitud de garantías de vida se hace en un contexto de asesinatos de los excombatientes que se sumaron al Acuerdo de La Habana. La cifra de homicidios en 2023 fue de 44 exguerrilleros ultimados, mientras que en lo que va de año se acumulan cuatro, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
Aún queda por informar cómo se solventó el dilema del estatus de este grupo armado, puesto que algunos consideran que son «desertores» debido a que se salieron del acuerdo de paz, y no «disidentes», que son quienes no se acogieron al acuerdo final, por lo que cuenta con estatus político y pueden suspenderse las órdenes de captura en contra de sus miembros.