(09 de diciembre del 2022. El Venezolano).- La ex primera ministra de Perú Betssy Chávez estaba al corriente del sorprendente anuncio del expresidente Pedro Castillo de disolver el Congreso, y que a la postre supuso su suicidio político, según se lee en el grupo de Whatsapp del gabinete, en que apura al resto de ministros para que acudieran a la sede de la Presidencia debido al «día histórico» que iba a tener lugar.
Mucho se ha hablado del grado de conocimiento que tendrían los ministros del gabinete de Castillo, después de que la mayoría de ellos optara por presentar su renuncia una vez tuvieron conocimiento de la decisión del expresidente de cerrar el Congreso, establecer un gobierno de excepción y convocar elecciones.
En un principio estaba previsto que varios de los ministros de Castillo, entre ellos el ex de Asuntos Exteriores, César Landa, el ex de Trabajo, Alejandro Salas, o el ex de Justicia, Felix Chero, acudieran el miércoles al Palacio de Gobierno para ayudarle a preparar el debate sobre su moción de censura en el Congreso.
Sin embargo, horas antes de aquel encuentro, Chávez instó a todo el gabinete a acudir a la sede de la Presidencia. «Señores ministros, a personarse inmediatamente», escribió Chávez, quien les conminó a presentarse debido a que es «un día histórico» y se necesita «unidad» y «cohesión».
Según creyeron varios ministros ese «día histórico» hacía referencia al tercer debate de moción de censura al que Castillo debía enfrentarse en apenas un año y medio de mandato, tal y como le dijeron al diario ‘La República’. No obstante, poco después descubrieron que se trataba de la disolución del Congreso.
Cerca del mediodía, una hora después del mensaje de Chávez, Pedro Castillo anunció a todo el país que disolvía el Congreso, convocaba elecciones y establecía un gobierno de excepción. Durante los minutos posteriores comenzó una cascada de dimisiones dentro del gabinete, que le reprocharon haber dado un «golpe de Estado».
Antes esto, Chávez pidió a sus colegas no escuchar las informaciones que iban saliendo en la prensa, reclamándoles «serenidad» porque se había actuado «dentro de los marcos» de la legalidad.
Inmediatamente, varios de los ministros que habían anunciado su salida reprocharon a Chávez no haber informado de las intenciones de Castillo. «Lo mínimo una explicación. ¿Qué pasó? ¿Dónde se determinó esta decisión?», escribió el exministro de Medio Ambiente Wilbert Rozas, reportó Europa Press.
Por su parte, los exministros de Trabajo Alejandro Salas, y de Educación, Rosendo Serna, reprocharon que no se hubiera consultado esta decisión, y el primero se preguntaba por qué todo se hizo sin consultar, puntualizando que «se debió seguir siempre el camino democrático».
Por su parte la Fiscalía de Perú ha citado este viernes a declarar a Chávez y al resto del gabinete de Castillo en relación al caso de rebelión por el que está siendo investigado. Junto a ellos también ha sido llamado para que preste su versión el comandante general del Ejército, Walter Córdova, quien pidió pasar al retiro poco antes de que Castillo anunciara su intención de cerrar el Congreso.
A lo largo del día han ido apareciendo algunos de los ministros, como el de Asuntos Exteriores, César Landa, quien antes de entrar en la sede de la Fiscalía en Lima ha dicho que se ha sido convocado para «ratificar» su condena «al intento de golpe de Estado», recordando que «inmediatamente» después del anuncio de Castillo, él rechazó lo ocurrido y presentó su renuncia al cargo.
A las puertas de la Fiscalía, el ministro de Defensa, Gustavo Bobbio, ha atendido a los medios a quienes les ha asegurado que «no tenía ni idea» de las intenciones de Castillo. Cuestionado por qué no hizo nada para detenerle, ha respondido preguntando «qué podía hacer, lo agarro del cuello, le pego».
El conocimiento previo que Chávez tenía de lo que iba a suceder alimenta la teoría que algunos dirigentes de Perú Libre (PL) han estado defendiendo en las últimas horas acerca de que Castillo habría sido presionado tanto por ello como por el ex primer ministro Aníbal Torres para dar este paso que le ha costado el puesto.
«Aníbal Torres era el presidente de facto», dijo el secretario general de PL, Vladimir Cerrón, mientras que el primero de sus exjefes de gabinete, Guido Bellido, ha exigido «la cabeza de quien redactó el mensaje presidencial a sabiendas que no se podía disolver el Congreso margen de las leyes».
Este miércoles el Congreso de Perú aprobó la destitución de Pedro Castillo poco después de que este anunciara el cierre del Parlamento y declarara un gobierno de excepción, todo ello en medio de fuertes presiones políticas e investigaciones sobre supuesta corrupción en su contra desde que asumió el poder en julio de 2021.
Castillo permanece ahora detenido durante los próximos siete días mientras continúa la investigación en su contra por el presunto delito de rebelión tras anunciar que disolvía el Congreso. Tal como marca la Constitución, la hasta entonces vicepresidenta, Dina Boluarte, ha tomado el relevo de la Presidencia.