(10 de abril del 2020. El Venezolano).- El papa Francisco honró este jueves a los «santos» que combaten el coronavirus, sacerdotes servidores o médicos y enfermeros, en una inusual misa de Jueves Santo en la basílica de San Pedro, prácticamente vacía para evitar contagios.
«Hoy querría expresar cercanía a todos los sacerdotes, desde el más reciente ordenado hasta el papa, porque todos somos sacerdotes», empezó el pontífice, en un templo se diría que espectral.
Francisco basó su homilía improvisada en el concepto del servicio y, por ello, empezó recordado a los sacerdotes muertos por asistir a los enfermos con el virus, que cifró en más de sesenta en Italia, pero también a los médicos y enfermeros que han perdido la vida.
Son, como ha repetido en otras ocasiones, «los santos de la puerta de al lado», apegados a la sociedad a la que sirven.
Francisco además habló de los sacerdotes que son «calumniados» y que muchas veces «ni siquiera pueden ir por la calle» porque les insultan por los escándalos que han salpicado a la Iglesia, en alusión a los casos de pederastia, aunque no lo citó expresamente.
Y tuvo palabras para los misioneros en tierras lejanas, caídos en las pestes, o los curas que asisten en las cárceles o en el entorno rural y conocen los nombres de todos los feligreses y vecinos, e incluso hasta de sus perros, dijo a modo de anécdota.
«Buenos sacerdotes. Hoy les llevo en mi corazón y al altar», dijo el papa, siempre con semblante serio.
Por eso se dirigió a todos ellos para defender la importancia del «perdón» porque, dijo, «todos somos pecadores», y les aseguró que el Señor está con ellos.
Con información de EFE