(18 de diciembre del 2024. El Venezolano).- El año 2024 quedó marcado en Estados Unidos por una sucesión de eventos climáticos extremos que impactaron significativamente a la población, en especial a las comunidades más vulnerables. Huracanes, inundaciones, incendios forestales y olas de calor extremo se produjeron con intensidad, exponiendo las desigualdades existentes y dejando un saldo devastador para el país.
Por: Johani Carolin Ponce
Pérdidas millonarias y vidas en riesgo
Según el informe “Estado de la Crisis Climática 2024” de Climate Power, Estados Unidos enfrentó 24 desastres climáticos, cada uno con costos superiores a $1,000 millones ($1 billion en inglés), acumulando pérdidas totales por más de $61.6 mil millones ($ 61.6 billion en inglés). Esta cifra, sin incluir los impactos económicos de los huracanes Helene y Milton, refleja la magnitud de la crisis. Además, 418 vidas se perdieron a causa de estos desastres, que también dejaron millones de acres de tierra devastados por incendios forestales.
Las comunidades latinas, las más afectadas
Las comunidades latinas enfrentaron un impacto desproporcionado debido a estos eventos climáticos. Durante el verano, se registraron olas de calor sin precedentes. En ciudades como Phoenix, el termómetro marcó más de 100°F durante 113 días consecutivos, una situación especialmente peligrosa para los trabajadores que laboran al aire libre, en su mayoría latinos. Este grupo tiene 35 veces más probabilidades de sufrir enfermedades mortales relacionadas con el calor en comparación con el resto de la población.
«Las comunidades latinas, desde Texas y California hasta Puerto Rico, son las más afectadas cuando ocurren estos desastres provocados por el cambio climático», dijo Michael Méndez a NPR, quien estudia políticas climáticas y justicia ambiental en la Universidad de California Irvine.
La temporada de huracanes de 2024 también estuvo por encima del promedio, con 18 tormentas con nombre. Entre ellas, el huracán Helene destacó por la destrucción que provocó en comunidades latinas del oeste de Carolina del Norte, donde las desigualdades económicas dificultaron la recuperación. Además, se subrayó que cuatro de cada diez estadounidenses viven en zonas con niveles de calidad del aire insalubres, afectando de manera desproporcionada a las comunidades minoritarias.
La urgencia de la acción climática
“Mientras nos preparamos para otro año de récords, estos datos son un recordatorio contundente de la necesidad urgente de más acción climática. Seguiremos comprometidos con proteger los avances logrados a través de la Ley de Reducción de la Inflación y abogando por medidas adicionales para enfrentar el cambio climático, independientemente de quién ocupe la Casa Blanca”, afirmó Antonieta Cádiz, subdirectora ejecutiva de Climate Power En Acción.
El impacto del cambio climático también se refleja en los presupuestos familiares. Tres de cada cuatro votantes latinos expresaron su preocupación por cómo los eventos climáticos podrían afectar sus vidas o las de sus seres queridos. Además, el 65% de estos votantes afirmó que desean un presidente comprometido con enfrentar los fenómenos climáticos extremos.
Esta preocupación no es exclusiva de Estados Unidos; los efectos del cambio climático están dejando huellas cada vez más profundas a nivel global. Eventos extremos como olas de calor y temperaturas récord subrayan la necesidad de respuestas urgentes tanto a nivel local como internacional.
A nivel global, noviembre de 2024 fue el segundo más cálido registrado, según datos del Centro Nacional de Información Ambiental de NOAA. Este calor, que afectó al 10.6% de la superficie terrestre, no solo fue intenso sino también ampliamente extendido. Las temperaturas globales se situaron en 1.54 grados Celsius por encima del promedio preindustrial, consolidando un nuevo récord.
Protección a las comunidades más vulnerables
Para mitigar estos impactos y prevenir futuras catástrofes, son imprescindibles inversiones en energía limpia e infraestructura resiliente. Estas medidas no solo buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también proteger a las comunidades más vulnerables, que ya enfrentan las consecuencias más graves del cambio climático.