(30 de marzo del 2020. El Venezolano).- El presidente de Argentina, Alberto Fernández, prolongó al menos hasta el 14 de abril la estricta cuarentena a que está sometida la población.
El confinamiento obligatorio y la casi paralización de la economía comenzaron el 20 de marzo e inicialmente estaba previsto que duraran hasta el martes 31, pero los asesores médicos del Gobierno aconsejaron que las medidas de emergencia se extendieran por más tiempo.
“Una economía que cae se levanta, pero una vida que cae no la levantamos más”, dijo Fernández, durante una alocución televisada en la noche del domingo. El presidente advirtió que sería “muy duro” con las empresas que realizaran despidos y con quienes aprovecharan la situación para subir precios. “Estamos ganando tiempo”, añadió, “para prepararnos” ante una situación de “extrema necesidad”. Se estima que en Argentina el momento más duro de la pandemia se registrará hacia finales de abril o principios de mayo.
La prolongación de la cuarentena se había decidido ya, en realidad, días atrás. Argentina fue uno de los países que de forma más temprana adoptaron precauciones drásticas, similares a las que rigen en España o Italia: cuando se ordenó el aislamiento obligatorio solo se habían contabilizado dos víctimas mortales del coronavirus. Los virólogos que trabajan con el Ministerio de Sanidad consideran que la medida fue eficaz (cuando Fernández anunció la prolongación de la cuarentena los muertos eran 20, con 820 enfermos registrados oficialmente) y el pasado jueves recomendaron mantenerla.
Recluido en la residencia presidencial de Olivos, Fernández mantuvo en la mañana del domingo una reunión por videoconferencia con los especialistas médicos y ya en la tarde conversó con todos los gobernadores del país (el único gobernador físicamente presente en Olivos fue el de Buenos Aires, Axel Kicillof) para explicarles su decisión y asegurarse de que contaba con su apoyo.
El daño que la prevención contra el coronavirus infligirá a la economía argentina, en recesión desde abril de 2018 e incapaz de hacer frente al endeudamiento exterior, es de momento incalculable. Será sin duda gravísimo. Pero Alberto Fernández apostó desde el primer momento por proteger la salud de los ciudadanos.
El problema más urgente ahora radica en las villas y en los barrios más pobres, donde apenas es realmente posible realizar una cuarentena (en ciertas zonas viven hasta seis personas por habitación) y donde la falta de ingresos puede conducir directamente al hambre y a la desesperación. El presidente se comprometió el domingo a hacer llegar alimentos y otros productos de primera necesidad a esos barrios (durante la semana recibió asesoramiento de los sacerdotes que trabajan en las villas) y desde hace días el Ejército se ocupa de distribuir paquetes de comida. Aunque no se admita de forma explícita, la presencia militar podría servir también, llegado el momento, para evitar desbordamientos.
Con información de El País