(29 de julio del 2022. El Venezolano).- Aún recuerdo que antes de aprobarse la actual Ley del Ejercicio del Periodismo, el gremio y los parlamentarios consultaron a los diversos sectores de la sociedad civil. Prácticamente nadie se quedó por fuera en esa consulta general nacional a las distintas instituciones entre ellas, creo sin temor a equivocarme hasta la Iglesia.
Escrito por Ángel Montiel
En este sentido, la actual ley vigente del ejercicio de periodismo nació sólida, con credibilidad, con el respaldo de la sociedad civil venezolana de entonces llámese la sociedad democrática, abierta y plural que se sintió reflejada en esas directrices del periodismo que han estado vigentes y por supuesto han permitido la plena libertad de expresión hasta la llegada del régimen de Hugo Chávez Frías.
Algunos de los personeros que luego formaron parte del gabinete o fueron incondicionales aliados de Hugo Chávez como Desiree Santos Amaral, Eleazar Díaz Rangel, Jesús Romero Anselmi, Earle Herrera, Francisco Solorzano (Frasso) y otros que apoyaron las directrices de la actual Ley del Ejercicio del Periodismo.
Defendieron con sus voces gremiales en esa época y se sumaron al respaldo definitivo del Ley del Ejercicio del Periodismo.
Así nació esta legislación que nos enorgullece a los periodistas venezolanos porque recoge prácticamente todos los aspectos de los derechos humanos a la información.
Toda esta nueva legislación que pretende aprobar el régimen, borra de un tajo todos los logros que los periodistas nos hemos ganado.
El periodismo al igual que cualquiera otra profesión universitaria, obliga a la preparación académica que aparte de la pericia y la habilidad para el tratamiento de la información da a los comunicadores el bagaje de las corrientes del pensamiento en el mundo actual.
La reforma de la Ley del Ejercicio del Periodismo no es mas que una trampa para silenciar y censurar aún más al periodismo independiente que durante estos 20 años ha enfrentado persecución y amenazas.
Se pretende la incorporación de periodistas graduados en la “universidad de la vida”. No existe para el régimen la formación académica de un oficio tan importante para la sociedad .
El régimen demuestra que no necesita periodistas, solo necesita propagandistas.