(11 de agosto del 2021. El Venezolano).- Iván Cepeda, una de las principales figuras de la oposición colombiana, ha reclamado este miércoles al presidente, Iván Duque, que pida perdón al pueblo de Haití por la implicación de antiguos miembros del Ejército en el magnicidio del presidente Jovenel Moise en el que habrían actuado como mercenarios.
«Que decenas de militares retirados, varios de ellos soldados profesionales y coroneles de unidades de élite del Ejército Nacional, estén posiblemente involucrados en este acto atroz e inhumano, y que al menos uno de ellos haya sido investigado por su participación en graves violaciones a los Derechos Humanos es un hecho suficiente para que usted, como representante de Estado, pida perdón al pueblo de Haití y a su vez se comprometa a adoptar de manera urgente medidas concretas para evitar que estos hechos se repitan», manifiesta Cepeda.
El senador del Polo Democrático defiende que con esta petición de disculpas, que Duque debería realizar a través de un mensaje presidencial dirigido a todo el país, el Estado colombiano asume «el compromiso de castigar las violaciones a la ley que permitieron que se perpetrara este crimen atroz, y con ello evitar su repetición».
«Es usted quien debe reconocer, en nombre de todo un país y sus instituciones, que la participación de militares retirados en el asesinato de un presidente es un hecho que produce vergüenza nacional», remarca Cepeda.
Al mismo tiempo, estas disculpas deben ir acompañadas de una serie de políticas que impidan la contratación de antiguos miembros de las Fuerzas Armadas para llevar a cabo este tipo de «servicios de seguridad» –una de las propuestas de Cepeda en el Congreso–, así como otra serie de medidas de «apoyo a los militares y policías retirados en el país».
Cepeda considera que en caso de Duque opte por desechar estas recomendaciones, Colombia está condenado como país «una vez más» a ser recordado por «las guerras y por protagonizar hechos vergonzosos de ‘mercenarismo’ y violencia».
El magnicidio de Moise cometido el pasado 7 de julio mientras se encontraba en su residencia de Puerto Príncipe, ha puesto nuevamente de relieve la presencia de antiguos militares del Ejército de Colombia en operaciones desestabilizadoras en la región, en calidad de mercenarios. En esta ocasión, fueron detenidos 18 colombianos y otros tres fallecieron durante el operativo.