(20 de mayo del 2021. El Venezolano).- Después de mi carta del 6 de abril de 2021 sobre el asunto anterior, quisiera felicitarle de nuevo por su elección al cargo más alto de los Estados Unidos. Su trayectoria ha sido larga e inspiradora y ha asumido su cargo en un momento de gran incertidumbre para la comunidad mundial. Le ruego que acepte mis mejores deseos para los próximos cuatro años.
Señor Presidente, me gustaría informarle de que soy el abogado principal de un diplomático venezolano, Alex Saab que continúa detenido arbitrariamente por la República de Cabo Verde desde el 12 de junio de 2020 a petición de los Estados Unidos de América, a pesar de una sentencia judicial que ordena su inmediata liberación.
Señor Presidente, usted ha sido elegido con el objetivo y la esperanza de que Estados Unidos vuelva a asumir la posición de liderazgo político que ha ocupado durante muchas décadas hasta el pasado reciente. En este contexto, le pido respetuosamente que cuando usted y su equipo busquen lugares para reconstruir relaciones y, en algunos casos, crear nuevos enlaces, que África y el pueblo africano ocupen un lugar destacado en su hoja de ruta para el compromiso.
Señor Presidente, usted ha asumido su cargo con la audaz afirmación de que “¡América ha vuelto!”. De hecho, se informa de que durante su reciente conversación telefónica con el rey Salman de Arabia Saudí usted afirmó “la importancia que Estados Unidos otorga a los derechos humanos universales y al estado de derecho”. Dada su trayectoria, confío en que será fiel a sus palabras y que, especialmente en el ámbito de los derechos humanos y el respeto al estado de derecho, los africanos y las instituciones jurídicas de África pueden contar con su apoyo.
En una sentencia dictada el 15 de marzo de 2021, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (“el Tribunal de la CEDEAO”) declaró ilegal la detención del Sr. Saab, ordenó su inmediata puesta en libertad y el cese del proceso de extradición a los Estados Unidos.
El caso del Sr. Saab es una verdadera prueba para que su administración demuestre que nunca apoyará ni fomentará el hábito de que los gobiernos simplemente ignoren las órdenes judiciales. En este sentido, insto a su administración a que deje claro a las autoridades de Cabo Verde la importancia del respeto de los derechos humanos y del estado de derecho, adoptando inmediatamente medidas efectivas para hacer cumplir la sentencia del Tribunal de la CEDEAO y liberando al Sr. Saab de su detención arbitraria.
El Tribunal de la CEDEAO ha hecho su trabajo, reafirmando la independencia del poder judicial y reforzando el importante mensaje del acceso a la justicia para las víctimas de violaciones de derechos humanos. Lamentablemente, las autoridades de Cabo Verde no están haciendo su trabajo al ignorar la sentencia del tribunal. El gobierno de los Estados Unidos, bajo su supervisión, no debe apoyar ni fomentar la impunidad, ni los esfuerzos de las autoridades de Cabo Verde por socavar la integridad y la autoridad del tribunal de derechos humanos de África Occidental.
Permitir o alentar a las autoridades de Cabo Verde a ignorar y desobedecer la sentencia del Tribunal de la CEDEAO no solo socavaría la independencia judicial y el estado de derecho, sino que también conduciría a una denegación de justicia para el Sr. Saab, y a la perpetración de la impunidad por parte de Cabo Verde. La independencia judicial es la base del estado de derecho. Las normas internacionales, como por ejemplo, los Principios Básicos de las Naciones Unidas sobre la Independencia de la Judicatura, subrayan que la independencia judicial es un requisito fundamental para promover los derechos humanos y preservar el estado de derecho. La Asamblea General de las Naciones Unidas, en su Resolución 65/213 de 1 de abril de 2011, reafirmó que un poder judicial independiente e imparcial es esencial para la protección de los derechos humanos, el estado de derecho, el buen gobierno y la democracia.
Por lo tanto, hago un llamamiento a su Excelencia para que utilice sus buenos oficios y su liderazgo para revisar la decisión del gobierno de los Estados Unidos en este asunto en aras de la justicia, los derechos humanos y el estado de derecho. Le insto a que anime y prevalezca sobre las autoridades de Cabo Verde para que obedezcan la sentencia del tribunal y liberen inmediatamente al Sr. Saab sobre la base de la sentencia del más alto tribunal de derechos humanos de África Occidental.
Utilizar su posición de liderazgo para promover el pleno cumplimiento de la sentencia del Tribunal de la CEDEAO sería totalmente coherente con su trayectoria y su compromiso expreso de respetar los derechos humanos y el estado de derecho. También enviaría un poderoso mensaje a otros gobiernos africanos de que Estados Unidos, bajo su liderazgo, defenderá los derechos humanos y el estado de derecho.
Quisiera llamar respetuosamente la atención de su Excelencia sobre el hecho de que, además de la sentencia del Tribunal de la CEDEAO, el fiscal de Ginebra ha declarado recientemente que no existe prueba alguna con la que procesar al Sr. Saab por el delito de blanqueo de capitales.
Teniendo en cuenta los hechos y las circunstancias de este caso, quisiera solicitar al gobierno de los Estados Unidos que ponga fin a la aparente presión ejercida sobre las autoridades de Cabo Verde para que desobedezcan la sentencia del Tribunal de la CEDEAO y extraditen al Sr. Saab.
También hago un llamamiento a su administración para que demuestre su disposición a contribuir a la promoción de la integración regional en África en vista de “la importancia que Estados Unidos otorga a los derechos humanos universales y al estado de derecho”.
Por último, a la espera de su respuesta positiva a esta carta, le ruego acepte el testimonio de mi más alta estima y mis saludos profesionales.
Le saluda atentamente,
FEMI FALANA, SAN