(30 de octubre del 2020. El Venezolano).- Un grupo de cubanos denunciaron que la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE) están obligandolos a firmar una planilla para regresarlos a su país.
La noticia fue publicada por el diario Nuevo Herald, en la que reveló diversas historias sobre cubanos que denunciaron la problemática
Cuando un guardia se acercó a su litera y le preguntó si le gustaría ver a su familia después de 18 meses de detención, el detenido cubano de 24 años pensó que finalmente se iría al sur de Florida, donde se reuniría con su tía.
En cambio, la Policía de Inmigración y Aduanas tenía otra idea. Planeaban enviarlo a Cuba con su familia en la isla.
Ahora es uno de al menos dos decenas de cubanos en centros de detención en Louisiana y Georgia que han dicho al Miami Herald que los agentes de ICE los obligaron, a veces con violencia física, a firmar un formulario que dice que deseaban regresar a Cuba para visitar a su familia. El formulario ha sido usado desde hace mucho tiempo por personas que viajan legalmente a la isla bajo restricciones del embargo de Estados Unidos.
Sin embargo, para los detenidos cubanos esos formularios de “visita familiar” se usan para justificar deportaciones apresuradas, dicen expertos en políticas de inmigración.
Los detenidos, de 26 en total, le dijeron al Herald que si se negaban a firmar los documentos de viaje, los agentes los esposaban, los empujaban contra una mesa y escaneaban por la fuerza sus huellas dactilares para obtener una firma digital. Los cubanos hablaron con el Herald desde centros detención del ICE en Louisiana y Georgia y proporcionaron algunas copias de los formularios al Miami Herald.
“Mucha gente lo firmó porque no sabe inglés, pero yo sí, así que les dije que no iba a firmar”, dijo un detenido de 28 años durante una entrevista en video. El hombre es uno de cientos de cubanos que el ICE ha continuado deteniendo durante años a pesar de ser elegible para ser liberado.
“Me lanzaron contra la pared, me halaron por los brazos y me esposaron. Casi me rompen el pulgar mientras trataban de tomarme mis huellas digitales para la autorización”, agregó el hombre.
Hizo una pausa: “En el papel parece que me muero de ganas por ir a ver a mi familia. Pero lo que realmente está sucediendo es que todos estamos muriendo aquí y moriremos si volvemos”.
Cuando el Herald le preguntó sobre las alegaciones, el ICE se negó a hablar del tema.
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