(05 de octubre del 2020. El Venezolano).- El equipo de defensa que representa al enviado especial Alex Saab rompió su silencio con respecto al artículo publicado el pasado viernes 02 de octubre por el Wall Street Journal y firmado por el periodista John Oris, corresponsal de ese medio en Colombia. Los abogados aducen que la supuesta investigación titulada “Se rompe la cadena alimentaria de Venezuela y millones pasan hambre”, al hacer referencia a su cliente no menciona que está detenido ilegalmente por las autoridades de Cabo Verde a petición de los Estados Unidos rompiendo reglas diplomáticas que llevan décadas de vigencia.
De igual manera, denuncian la caracterización repetitiva “y sin ninguna prueba que apoye esa afirmación de Saab como “testaferro” de los demás”. “Los matices políticos”, dicen los abogados coordinados por el abogado español Baltasar Garzón, “son visibles para cualquiera que quiera verlos”.
Puntos de desacuerdo
Con respecto al artículo, el gabinete de derecho que representa a Saab, hizo una serie de consideraciones en donde puntualiza su desacuerdo con la nota publicada por el WSJ y comienzan la lista aduciendo que su defendido “es víctima de una caza de brujas extraterritorial por motivos políticos” y recapitulan los hechos: “el 12 de junio, Alex Saab, como Enviado Especial del Gobierno de Venezuela, viajaba a Irán en una misión especial humanitaria cuyo objetivo era aliviar el sufrimiento que la epidemia de Covid-19 ha causado en ese país y en una parada para repostar en Cabo Verde fue detenido supuestamente sobre la base de una Notificación Roja de la INTERPOL emitida a petición de los Estados Unidos”.
De igual manera, la defensa destaca que “Cabo Verde afirmó desconocer la condición de Saab al momento de su detención lo que no puede conciliarse con el hecho de que cuando fue detenido, llevaba una valija diplomática que contenía cartas y documentos que demostraban su posición y el motivo de su misión”.
Conexión forzada con USA
El equipo de la defensa de Saab dice en un comunicado enviado a la mesa de redacción de WSJ que el artículo también pasa por alto que “la acusación dictada en Florida en julio de 2019, sobre la que se ha presentado la solicitud de extradición de los Estados Unidos, las únicas pruebas de la acusación han sido aportadas por testigos desacreditados que recibieron beneficios materiales, los cuales incluyen la ciudadanía estadounidense, visas estadounidenses o la reducción de las penas”. Asimismo, hacen constar que “Saab no ha estado en los Estados Unidos en décadas, no tiene tratos comerciales y no tiene vínculos familiares estrechos con los Estados Unidos”. De hecho, dicen, este país ofreció, mediante una nota diplomática, que tiene un mérito jurídico discutible, reducir de ocho a uno el número de cargos que nuestro cliente podría afrontar si fuera extraditado a Florida.
En la aclaratoria a la supuesta investigación periodística que fue replicada por varios medios de comunicación tanto dentro como fuera de Norteamérica, la defensa llama la atención “sobre la politización del Departamento de Justicia que ha quedado al descubierto en el caso de Ali Sadr Heshami Nejad. Nejad ganó un contrato para construir viviendas para los empleados de PDVSA, la empresa petrolera estatal venezolana, sin embargo, el Departamento de Justicia estaba decidido a encontrar una manera de vincular a Venezuela e Irán en una especie de “Nexo de Oro” y creó un caso de blanqueo de capitales y violaciones de las sanciones. Según los informes de los medios de comunicación, la condena del Sr. Nejad a partir de marzo de 2020 fue anulada debido a la “falta de ética profesional de la fiscalía”, con todos los indicios apuntando al hecho de que toda la acusación del Departamento de Justicia tenía por objeto cumplir la agenda política de la Administración Trump”.
Miami Press Agency