(14 de julio del 2020. El Venezolano).- La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ha asegurado este martes que la nación andina se aproxima ya al «pico de la pandemia» de coronavirus, razón por la cual ha defendido la necesidad de contar con una «salud fortalecida» tras la polémica generada por la «intervención» de centros privados.
«Estamos en un momento muy difícil, estamos subiendo el pico de la pandemia», ha dicho durante un encuentro virtual con el alcalde de La Paz, Luis Revilla, con motivo de la construcción de un nuevo hospital.
Áñez ha comentado que el coronavirus ha puesto de relieve «cuán importante es la salud». «Sin salud no podemos trabajar, estudiar, hacer deporte, no podemos construir un futuro seguro para nuestros hijos. Por eso, la importancia de tener una salud fortalecida», ha reivindicado, según lo informado por Europa Press.
Ha destacado asimismo la importancia de permanecer «unidos» en momentos de crisis. «Si luchamos juntos contra esta pandemia y vamos adelante con la reactivación económica, todos nos vamos a fortalecer», ha sostenido, según recoge la agencia de noticias oficial ABI.
La mandataria boliviana ha hecho estas declaraciones en el marco de la polémica generada por el anuncio realizado el lunes por el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, sobre la expropiación de hospitales y cementerios privados en Cochabamba y Santa Cruz.
«Vamos a comenzar con las negociaciones, seguramente les caerá como un cubo de agua fría a los propietarios, pero no se trata de quitarles nada a nadie; si se expropia, se da un precio justo», dijo.
La respuesta no se hizo esperar. La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) pidió al Gobierno que, «si se necesitan mayores acciones y recursos para enfrentar la crisis sanitaria, privilegie el diálogo y la coordinación con los actores directos, prescindiendo de advertencias y acciones unilaterales».
Posteriormente, en una entrevista concedida a Unitel, Murillo rectificó. «Dije expropiación y creo que ahí fue un error que cometí», asumió, explicando que en realidad sería una «intervención» para forjar «una alianza entre públicos y privados».
«Yo pido mil disculpas por haber ofendido a esos empresarios (…) Nadie les va a quitar nada, les prometo, no somos locos, respetamos la Ley, la Constitución, y pueden estar tranquilos», aseguró.
Ya este martes, Murillo ha precisado que la Caja Nacional de Salud (CNS) asumirá el coste de la «intervención» de los centros privados para la atención de pacientes con COVID-19, empezando por Cochabamba y Santa Cruz, si bien ha subrayado que podrían ampliarse.
«Nosotros hemos dado la instrucción a la Caja y le hemos dicho (a la sanidad privada): ‘Ustedes tienen plata, se están guardando la plata, están ocupando las camas (de hospitales públicos) que hemos preparado para la gente que no tiene seguro y ustedes están muy cómodos, así que a ponerse las pilas y a ponerse a trabajar'», ha narrado.
CERCA DE 50.000 CASOS
En las últimas horas, Bolivia ha alcanzado los 49.250 casos confirmados, incluidos 1.866 fallecidos y 15.294 recuperados, siendo Santa Cruz, La Paz, Cochabamba y Beni los departamentos más castigados por la pandemia.
Entre las personas contagiadas están la propia Áñez, asintomática y en aislamiento domiciliario, y casi la mitad de su Gabinete, incluidos los ministros de la Presidencia, de Economía y de Exteriores.
Murillo ha considerado que la gran incidencia del virus en el Gobierno se debe a que sus miembros están en la «primera línea» de la lucha contra la pandemia por los viajes de trabajo que han realizado dentro del territorio boliviano.
«Yo he recorrido todos los departamentos. Yo fui a todas las ciudades. Muchos de mis colegas hicieron lo mismo, fueron a varios puntos del país», ha señalado, según informa el diario boliviano ‘El Deber’.