(8 de agosto de 2019. El Venezolano).- Decenas de miles de venezolanos que huyen de los problemas de su país enfrentan nuevos viajes peligrosos y corren el riesgo de caer en manos de bandas criminales por las restricciones de tres países sudamericanos al éxodo masivo, dijeron expertos y Naciones Unidas.
El colapso económico de Venezuela ha desatado la mayor crisis migratoria en la historia reciente de América Latina, que ha llevado a que desde 2015 uno de cada 10 venezolanos deje el país.
Se espera que otros 500.000 salgan en los próximos seis meses, para llegar a un total de 5 millones, según estimaciones de la ONU.
Ahora su viaje a una nueva vida aparece cargado de una serie de nuevos peligros: fronteras llenas con traficantes de personas, terrenos montañosos y selva, además de la explotación por parte de bandas criminales.
Para evitar los controles fronterizos, es probable que los migrantes recurran a senderos ocultos, conocidos como trochas.
«Los cruces irregulares son mucho más peligrosos debido a la geografía y el paisaje y los grupos que los controlan», dijo Jessica Bolter, analista asociada de políticas en The Migration Policy Institute, un grupo de expertos con sede en Washington.
América del Sur había sido hasta ahora elogiada por mantener en gran medida sus fronteras abiertas a los migrantes y refugiados venezolanos, de los cuales aproximadamente 3 millones se han asentado en toda la región.
Sin embargo, hay señales de que la solidaridad está disminuyendo.
Las nuevas restricciones de entrada en Chile, Perú y, más recientemente, en Ecuador han generado el temor a que la política de puertas abiertas esté terminando, reseñó EFE.
«Definitivamente, ha habido un cambio de estos países para cerrar algunas vías a los venezolanos», dijo Bolter.
«Estos países realmente no estaban preparados», dijo. «Ciertamente, ha abrumado a algunos de los sistemas».