(19 de julio del 2024. El Venezolano).- Sobraron opinadores automáticos para explicarnos las razones del atentado contra Trump. Especialistas en tiro a larga distancia, a corta, a quemarropa, de balazos ahí mismito, de motines a bordo, técnicos en balas frías y hasta especialistas en especialidades, salieron a buscar sus 15 minutos de fama tratando de congraciarse con Míster Trampa, muchos de ellos, apuntándole a su chequera.
Por Abel Ibarra
Todos, sin excepción, hallaron razones políticas en el desquiciamiento de un muchacho criado en un hogar donde se le rinde culto a las armas. Pero lamento desilusionarlos. Éste no es un caso político, es un caso psiquiátrico: el muchacho está inscrito en el Partido Republicano y donó una cifra de 15 dólares a una organización liberal de poca o ninguna filiación con el Partido Demócrata; clara evidencia de una conducta esquizoide, fragmentada, dividida, que resulta ser la antesala de la esquizofrenia. Como es esquizofrénica la conducta de la mayoría de los republicanos que se oponen a la prohibición de armas (gran causante de muertes en nuestro país), por el sólo hecho de que la Asociación Nacional del Rifle aporta los dólares para sus campañas electorales.
Es una paradoja. Trump nunca pensó que él sería la primera víctima de su campaña de odio. “Si pierdo las elecciones” (cosa que ocurrirá), “va a haber un baño de sangre”. Y el tiro le salió por la culata.