(19 de abril del 2024. El Venezolano).- El representante republicano de Florida Mike Waltz se presentó este miércoles ante la Cámara de Representantes de EE.UU. con una bolsa llena de pequeñas piezas mecánicas para demostrar el presunto despilfarro de recursos que comente la Fuerza Aérea nacional.
Mientras mostraba los repuestos, Waltz le preguntó al secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, si sabía cuánto pagaba la institución militar por una cantidad similar. El funcionario dijo no saber, a lo que el político respondió: «90.000 dólares». El hecho ocurrió durante una audiencia del comité de Servicios Armados de la Cámara sobre el presupuesto para el año fiscal 2025 del Departamento de la Fuerza Aérea.
Esos aditamentos, conocidos también como ‘silentblocks’, suelen utilizarse en la unión de ciertos elementos mecánicos de motores y otros aparatos para absorber las vibraciones y evitar el desgaste. Según Waltz, «cualquier motor de turbina a reacción» los necesita para operar, pero el precio promedio en el mercado de un paquete ronda los 100 dólares.
«Esta bolsa de casquillos, troquelados por máquinas, no necesita un diploma de escuela secundaria, no tiene nada de alta tecnología, toda esta bolsa cumple con las especificaciones de las Fuerzas Armadas», dijo el representante, para resaltar las cantidades «exorbitantes» gastadas por el Departamento de Defensa en artículos baratos y corrientes.
Gasto militar excesivo
En este sentido, señaló que el gasto militar resulta aún más excesivo si se tiene en cuenta que las Fuerzas Armadas obtienen las piezas comerciales directamente de manos de los fabricantes, lo que reduce su coste «a la mitad o más» en comparación con los precios del mercado.
«Esto nos está literalmente sacando del negocio. Los intereses de nuestra deuda por sí solos superan ahora, por primera vez en la historia de EE.UU., todo el presupuesto de defensa. Ya no podemos permitir eso», aseveró Waltz.
EE.UU. gastó en defensa 3,49 % de su PIB en 2023, para ubicarse en la segunda proporción más alta entre los integrantes de la OTAN, mientras que en números absolutos es más de la mitad de los presupuestos militares de los demás países miembros en su conjunto. La semana pasada, según cálculos de Bloomberg Economics, los países del G7 necesitarán más de 10 billones de dólares a lo largo de la próxima década para llevar a cabo sus actuales planes de rearme. Así, probablemente, sus presupuestos tendrán que igualar el gasto de la época de la Guerra Fría y situarse en un 4 % del PIB para poner en práctica las proyecciones de la OTAN.