(01 de abril del 2024. El Venezolano).- La periodista y defensora de la libertad de expresión Evelyn Blanck ha levantado una voz de alerta sobre la situación crítica que enfrentan los periodistas que han tenido que abandonar Guatemala en los últimos años debido a persecuciones políticas. En una entrevista con EFE, Blanck, quien coordina el Centro Civitas, una organización dedicada a velar por la libertad de prensa en Guatemala, destacó que pese a un cambio aparentemente positivo en el panorama mediático con el nuevo Gobierno del presidente Bernardo Arévalo de León, aún no existen las condiciones para que los informadores exiliados regresen al país.
La realidad es desalentadora para aquellos que se vieron forzados a dejar su tierra natal. Blanck enfatizó que muchos periodistas en el exilio se encuentran en una situación crítica, con dificultades para sobrevivir y sin garantías para continuar ejerciendo su labor periodística. Entre ellos se cuentan casos desgarradores, como el de tres madres separadas de sus hijos.
Según un análisis de la organización social Red Rompe El Silencio, el 44% de los periodistas guatemaltecos exiliados han tenido que dejar de ejercer su profesión. La mayoría se ha refugiado en países como Estados Unidos, México y Costa Rica. Esta situación revela una falta alarmante de un sistema integral de atención para los periodistas que se ven obligados a abandonar su país.
Blanck señala que, aunque el discurso institucional del Gobierno de Arévalo de León reconoce la importancia de la periodística laboral, la capacidad de acción sigue siendo limitada debido a la persistente cooptación del Estado. Aunque se percibe un cambio de actitud respecto a administraciones pasadas, la situación no es aún propicia para el retorno de los periodistas exiliados.
Durante el mandato anterior de Alejandro Giammattei, se registraron más de 400 agresiones a la prensa por parte de funcionarios públicos, la mayoría de las cuales fueron ignoradas por las autoridades. Esta situación de hostigamiento ha llevado a muchos periodistas al exilio en busca de seguridad y protección para poder seguir ejerciendo su trabajo.
Blanck describe hacer periodismo en Guatemala como enfrentarse a un país de censura y al poder. Es uno de los lugares más difíciles para ejercer esta profesión, donde los periodistas se enfrentan a amenazas constantes y persecuciones por parte de las autoridades.
Un caso emblemático es el del periodista José Rubén Zamora Marroquín, detenido hace más de 600 días por críticas al círculo cercano del expresidente Alejandro Giammattei. A pesar de la llegada de Arévalo de León al poder y las promesas de condiciones más dignas para los detenidos, la situación de Zamora Marroquín sigue en el limbo, a la espera de un juicio justo.
En resumen, la situación del periodismo en Guatemala sigue siendo precaria, con periodistas en el exilio enfrentando dificultades para sobrevivir y sin garantías para ejercer su profesión. Aunque hay indicios de un cambio positivo en el discurso gubernamental, aún queda mucho por hacer para garantizar la libertad de prensa y el retorno seguro de los periodistas exiliados.