(19 de marzo del 2023. El Venezolano).- Los planes de la OTAN de acumular equipos y fuerzas listas para el combate a lo largo de su borde oriental, cercano a Rusia, podrían poner a prueba la fuerza y la unidad de la alianza ante las dificultades de llevarlo a cabo, informa Politico.
Según el periódico, el bloque debe convencer a los países no solo de que proporcionen soldados y entrenamiento sino de que aporten grandes cantidades de armas, equipos y municiones de alto coste, el factor más importante.
«Si no hubiera alguien que organizara la comida y dijera a todo el mundo lo que tiene que traer, todo el mundo traería patatas fritas, porque son baratas y fáciles de conseguir», afirmó James Townsend Jr., ex subsecretario adjunto de Defensa de EE.UU. para la Política Europea y de la OTAN. «Las naciones […] preferirían traer patatas fritas», añadió.
De acuerdo con la publicación, los líderes militares de la Alianza Atlántica presentarán planes de defensa regional actualizados esta primavera. «Las cifras serán elevadas, y los funcionarios barajan la idea de que se necesitarán hasta 300.000 efectivos de la OTAN para que el nuevo modelo funcione. Eso significa mucha coordinación y persuasión», escribe el medio.
Sin embargo, es probable que no todos los aliados contribuyan a los nuevos planes de la organización, ya que los países están preocupados por sus propias reservas de munición debido a la necesidad de aumentar paralelamente el suministro a Ucrania.
«Una prueba para la OTAN llegará este verano, cuando los líderes de los 30 países miembros de la alianza se reúnan en Lituania», subraya Politico.
Industrias de defensa bajo presión
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha confirmado en repetidas ocasiones que han intensificado la producción en los últimos meses y que el bloque militar está trabajando en nuevos requisitos para los arsenales de munición.
No obstante, también admitió los problemas existentes el mes pasado, afirmando que la capacidad de producción de armas es inferior al ritmo con el que Kiev las consume, lo que —subrayó— pone a las industrias de defensa de los países bajo presión.
Por su parte, Stacie Pettyjohn, directora del programa de defensa del ‘think tank’ estadounidense Center for a New American Security, declaró: «Hemos tendido a intentar almacenar municiones a bajo precio… es tremendamente inadecuado«. Además, agregó que los problemas que tienen miembros de la OTAN «son aún más graves porque muchos de ellos a menudo dependen de Estados Unidos como una especie de respaldo».