Vergonzosa y reiteradamente, Venezuela, por causa de un desconcierto gubernativo que pretende hacerse sentir “por las buenas o por las malas” puesto que el fin justifica los medios, y proseguir en la detentación, según instrucciones giradas desde La Habana y otros países de medio oriente también interesados sobremanera, por nuestras riquezas naturales e incluso deudas; cualificación con la cual se ha tachado a nuestra Venezuela maltrecha y arruinada por los desvaríos de una caterva de revolucionarios retardatorios, empeñados en imponer una filosofía conflictiva con nuestra cultura democrática que forjara el Libertador Simón Bolívar y luego se fuera consolidando durante el siglo XIX (Gobiernos Guzmán Blanco) y buena parte del XX (1945-2000). Pero, que por descuido y un cierto sectarismo de los gobiernos democráticos se fue socavando hasta el propiciamiento de esta herejía moderna denominada socialismo/comunismo, que solo promueve envidia y avidez.
Por Isaías Márquez
Es tan errática tal filosofía que se inclina por la erosión de los derechos humanos, el acoso a sus desafectos políticos, el uso de la violencia en su expresión máxima como represión, las detenciones tiránicas y ejecuciones extrajudiciales, entre otros.
Explicamos haberse erigido en amenaza de seguridad nacional y hasta hemisférica en virtud del genocidio que lleva a cabo el régimen zafio chavista por la diáspora (migración o éxodo) de unos cuatro millones de venezolanos en zaga del bienestar que el régimen fantasmagórico de su país les negara impasiblemente, al colmo de llevarles a un estatus de pobreza extrema.
Ahora, ante la decisión histórica de la CPI buscará, como todo irresponsable, su huida hacia adelante, a través de una cancillería vasalla.