(23 de abril del 2024. El Venezolano).- El gobierno de Venezuela ha tomado un paso significativo en su búsqueda para abordar su abrumadora deuda externa al contratar a Rothschild & Co., una firma de asesoría financiera con sede en París, para brindar una descripción general de sus obligaciones de deuda externa. Según fuentes familiarizadas con el asunto, este movimiento podría marcar un primer paso hacia una posible reestructuración de la deuda del país sudamericano.
Rothschild está actualmente comprometido en la tarea de determinar la magnitud de la deuda de Venezuela y a quiénes se les debe, según las fuentes. Este proceso de mapeo de la deuda es comúnmente considerado como un paso preliminar antes de iniciar cualquier proceso de reestructuración.
El gobierno venezolano enfrenta una deuda externa que asciende a aproximadamente 154 mil millones de dólares, según estimaciones del economista Francisco Rodríguez, de la Universidad de Denver. Esta deuda incluye bonos globales emitidos por el gobierno y la compañía petrolera estatal, los cuales han estado en mora durante más de seis años, acumulando intereses y sentencias judiciales por préstamos impagos.
Los bonos soberanos de Venezuela actualmente se cotizan a alrededor de 20 centavos por dólar, mientras que los pagarés en mora emitidos por Petróleos de Venezuela SA se negocian a alrededor de 11 centavos, según datos recopilados por Bloomberg. A pesar de esta situación, la deuda ha mostrado signos de recuperación desde que JPMorgan Chase & Co. presentó un plan en febrero para reponderar los valores en índices de deuda de mercados emergentes.
La contratación de Rothschild se produce en medio de un esfuerzo reciente por parte del gobierno del presidente Nicolás Maduro para restablecer lazos con los mercados globales, las instituciones multilaterales y las firmas calificadoras, después de años de aislamiento internacional. Sin embargo, la situación se complica debido a que Washington no reconoce al gobierno de Maduro y las sanciones impiden que el país venda deuda en los mercados estadounidenses. Se requeriría un cambio en estas sanciones antes de que se pueda llevar a cabo una reestructuración de la deuda.
Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos se han visto aún más tensas en los últimos días, después de que Estados Unidos volviera a imponer sanciones a las industrias del petróleo y el gas, citando la falta de cumplimiento de Maduro de promesas de celebrar elecciones justas. Venezuela, por su parte, ha afirmado que Washington ha violado un acuerdo político firmado el año pasado en Doha.
Mientras tanto, Venezuela se prepara para unas elecciones cruciales el 28 de julio, en las cuales el presidente Maduro se enfrentará a un candidato de la oposición, el probable embajador Edmundo González. Estas elecciones podrían tener un impacto significativo en el futuro económico y político del país sudamericano.