(30 de noviembre de 2019. El Venezolano).- El comisionado presidencial para los Derechos Humanos y Atención a las Víctimas, Humberto Prado instó a la Comisión de Determinación de Hechos para Venezuela de la ONU a abrir una investigación sobre la masacre a la étnia Pemón, ocurrida el pasado 22 de noviembre.
Un grupo de indígenas de la comunidad Pemón Ikabarú, ubicados en La Gran Sabana, sufrió un ataque mortal por parte de una banda criminal. Fueron ocho los fallecidos en la masacre motivada a la guerra de irregulares, por el control de la minería en la región.
El embajador en Estados Unidos, Carlos Vecchio, denunció los asesinatos y recordó que las bandas criminales que operan en el sur del país, son auspiciadas por la dictadura de Nicolás Maduro. La zona está bajo el control de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y los asesinatos siguen ocurriendo.
“El régimen de Maduro junto a sus bandas criminales, extermina a los pueblos originarios y comunidades indígenas de Venezuela, para asegurarse el tráfico ilegal internacional de recursos minerales”, destacó Vecchio.
Las comunidades indígenas en Venezuela han sido obligadas a desplazarse y en su mayoría se mantienen desterrados de su territorio, debido a la creciente violencia. La masacre de Ikabarú no ha sido la única en 2019 ya que el pasado mes de febrero también hubo pérdidas violentas para la comunidad Pemón.
“La dictadura de Maduro es una amenaza narcoterrorista y genocida que debe ser detenida”, sentenció el embajador.