(20 de abril del 2023. El Venezolano).- Hoy, por casualidad, por azar o por ….poco importa el porqué, a un día del 19 de abril, cuando se conmemora el inicio de la independencia de Venezuela, cuya acta merece cada vez más una lectura CRITICA, ajena al patrioterismo, a las paranoias pseudo revolucionarias y acercarnos cuidadosos a su texto, tanto por la fundamentación política, jurídica que la anima, cuanto y quizá lo más importante, sus relaciones profundas con España, políticas, culturales y, más aún, por el valor de sus firmantes, quienes constituyen para la historia de siempre referencias éticas, sabiduría y honorabilidad. Civilidad.
Pues sí, hoy 18, en la Biblioteca General del Zulia, reducida María Calcaño, tuvo lugar el homenaje a Elio Suarez Romero, quien con todas las pruebas exámenes, exégesis de su conducta pública, privada, de su vida cotidiana, de familia, política, académica, ganadero,… es un ejemplo, un símbolo también, de pulcritud e incorruptibilidad en el manejo del Poder, tanto en el ejercicio de gobernador del Zulia, cuanto en su actividad parlamentaria nacional, lo cual es prueba de que el satanismo del Poder y de la Realpolitik no lo corrompió, la perversión y corrupción propias de su ejercicio, lejos de horadar su moral reafirmó sus valores, demostrando que es posible que la ética puede vencer la sentencia acuñada con demostraciones empíricas por el historiador Atcon “el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”
Este reconcomiendo que en sí mismo es de incalculable valor por los méritos del homenajeado, alcanza proyecciones de trascendencia en nuestra era. El mundo ha sustituido los valores teóricos y éticos de las teorías sociales, políticas, religiosas… sustituyéndolas por el utilitarismo, el egocentrismo y, en pocas palabas, la sustitución de dios por el Mercado, la mercancía como la hostia, el terrorismo como forma de paz. La ruptura total de la armonía Estado, naturaleza, sociedad y la negación de toda posibilidad de libertad. La razón crítica sustituida por sofismas, valga un ejemplo, la grotesca dicotomía populismo, liberalismo, éste progreso, aquel atraso. Cuánta basura esconde.
Pero el caso venezolano es aun de mayor complejidad y mezquindad. He afirmado, “si así es el mundo allá, en nuestra parroquia la situación es tal, que no hay marcadores racionales para saber qué nos pasa. …se viaja en retroceso de German Roscio a Herman Escarrá,… de Fermín Toro a Diosdado, de Cecilio Acosta a Oblitas…” y en materia de corrupción, que es parte del mal crónico de Venezuela, se ha llegado a dimensiones astronómicas, no hay dimensión para medir, por ejemplo, la distancia de Vargas a Chávez, a Maduro, a Rodríguez, a Tarek El Aissami… En la lucha social el odio, las falacias, la difamación, la calumnia son parte del asalto a la razón y la forma normal de autodestrucción.
Pues bien, en esta situación, se da este homenaje. Carece de importancia si su puesta en escena haya tenido como propósito la contrastación con la realidad opuesta que impera en el país o un acto de evocación a su generosidad, su espíritu, pero, más allá de cualquier propósito bello y bueno de la familia, e incluso un acto humano que, según testimonio familiar y del economista Alfredo Rincón, su amigo, su subalterno en la gobernación, estaría lejos de su humildad, no como máscara de la soberbia, tal suele suceder con algunos amos del Poder, sino como su modo de ser, cristiano de formación y ejercicio de vida. El acto tuvo lugar y cuando se es como es él, ya deja de ser “patrimonio” familiar y pasa a ser parte de la humanidad, en su caso, por su idoneidad, verticalidad, transparencia.
En este principio se escribe este texto cuya esencia y leitmotiv se esconde en la interrogante de Caldera a Rincón, cuando este inauguraba un espacio que resguardaría la presencia, a la mano, al ojo, de Elio Suarez Romero. Tal como lo precisó Alfredo, lo decidió como presidente de Corpozulia, en ese momento, y a escondidas de Suarez Romero para obviar su rechazo.
La interrogante de RCR, más que un acto de cortesía o deferencia a ESR traduce la abismal distancia que los separó en la concepción y del ejercicio del Poder. Del cristianismo también. Para Caldera su proyecto vital se mide, sin error posible, en su conducta autoritaria, que sin muchos detalles demuestra por su práctica de caudillo, siempre el candidato perene, siempre el jefe omnímodo, siempre de la verdad su amo que deja como trágica herencia la destrucción de su partido, la desarticulación del sistema educativo, el asalto a la universidad autónoma y, por fuera poco, el padrino y padre putativo de Chávez, por lo decir lo menos y, no podía faltar, su goce por la destrucción de El Saladillo.
La interrogante de Caldera, con la cual cierra el discurso Alfredo Rincón, está plena de connotaciones que, al apenas entrar en ella, se descube sus denotaciones. El espíritu abierto al pensamiento para las inferencias racionales, el Poder como ejercicio de la justicia, la equidad, la tolerancia, la participación solidaria y la ética, propias de una visión y práctica de la democracia están en la vida y obra de Elio Suarez Romero. Caldera es su antónimo perfecto.
Ruego a la familia de tan ilustre ciudadano me comprenda esta reflexión, pero ESR es patrimonio ético de nuestra sociedad y allí está su valor trascendental, tanto más en nuestro aquí y ahora vacío de principios, de honestidad, bondad, comprensión, tolerancia, amor.