(04 de diciembre del 2020. El Venezolano). «Es evidente que Nicolás Maduro perdió el control de las FAES convertido, por la acción impune de algunos de sus miembros, en una organización dedicada a la extorsión, al secuestro y al sicariato», así decía el primero de una hilera de tuits divulgados por Carlos Tablante, el pasado domingo 22 de noviembre.
El comentario tenía que ver con la desaparición forzada del empresario Edward Velásquez Fernández, que el ex gobernador de Aragua y actual director del portal CuentasClarasDigital.org atribuye a un sector de las FAES (Fuerzas de Acciones Especiales).
-En su hilo de Twitter, usted afirma que la desaparición del contratista tendría relación con el hijo Nicolás Maduro. ¿Podría explicar esa relación?
-Efectivamente, el pasado 12 de noviembre fue secuestrado, y aún no aparece, el seudoempresario Edward Velásquez Fernández, contratista del régimen, al que provee de equipos médicos. En realidad, vende cualquier cosa que le soliciten; por ejemplo, es conocido que ha vendido equipos para quitarle la sal al agua del mar y hacerla potable, (equipos que están en Los Roques y La Orchila). Al mismo tiempo, ha tenido contratos con el IVSS (Instituto Venezolano de los Seguros Sociales) para proveerle equipos médicos. De hecho, unos días antes de su secuestro había firmado un contrato con el Seguro Social, presidido por Magaly Gutiérrez Viña, nuera de Cilia Flores, anomalía muy común dentro de esa estructura de nepotismo y corrupción que ha ido degradando a la administración pública venezolana hasta ser sustituida por una cleptocracia.
-¿Qué hechos rodean la desaparición del presunto allegado de Maduro Guerra?
-El seudoempresario Velásquez Fernández fue secuestrado después de haber cobrado una gran cantidad de dinero en efectivo. Nuestras fuentes aseguran que el monto estaría entre uno y tres millones de dólares. Según el modus operandi de estos seudoempresarios, sus servicios son pagados en oro y fajos de billetes. El dinero le fue entregado a Velásquez Fernández en la sede del Fonden (Fondo de Desarrollo Nacional), caja negra de la corrupción y el despilfarro del régimen, por donde han pasado más de 150 mil millones de dólares de los que no han rendido cuentas. No olvidar que el Fonden fue presidido por Claudia Díaz, la enfermera de Chávez (investigada en Europa, donde reside, por la fuga de millones de dólares); luego, desde 2014 hasta agosto de este año, fue dirigido por Simón Zerpa, el superministro (tenía el control de los Ministerios de Finanzas y de Economía, así como del Fonden, del Bandes, es decir, dominaba toda la estructura del Banco Central a través de Calixto Ortega), que hace unos meses fue detenido por unas horas en el Dgcim, sin explicación oficial. Tres meses después de aquella detención, de la que fueron objeto Zerpa y su novia, las responsabilidades que tenía este fueron asignadas a la vicepresidenta Delcy Rodríguez. A comienzos de noviembre, la presidencia del Fonden recayó en Laura Carolina Guerra Angulo, hermana de Adriana Guerra Angulo, ex esposa de Maduro y tía de alias “Nicolasito” Maduro Guerra.
-¿Sabe usted algo más acerca de Edward Velásquez Fernández?
-Este proveedor, que actúa a través de Blandon Corp y MedBioSuplies SL, compañías con oficinas en Caracas, Miami y Madrid, se dice primo de Atahualpa Fernández, quien maneja la estructura de negocios de la cúpula militar (en la que destaca el suministro de agua de potable en Fuerte Tiuna). Según información proveniente del CIPC, aparentemente un grupo de funcionarios del FAES (de esa parte de este cuerpo que se dedica al secuestro y el sicariato, que tienen a los empresarios honestos sometidos a la extorsión y el chantaje: Van a sus casas y negocios, les siembran delitos, los detienen… por eso, muchos han tenido que huir del país). En este caso, el seudoempresario Velásquez fue secuestrado, su carro apareció quemado en Caricuao, pero no se conoce su paradero ni, por cierto, del dinero que le habían pagado en el Fonden, (como tampoco se sabe la cantidad exacta ni el concepto, porque no hay soportes ni facturas). No se sabe, porque es parte del entramado de una asociación criminal que se adueñó de Miraflores, cuyos cabecillas son Nicolás Maduro y su esposa Cilia Flores, apoyados por sus familiares más cercanos, entre quienes juega un papel fundamental alias “Nicolasito”.
-En el video de campaña de Nicolás Maduro Guerra, este afirma: “Mi papá siempre quiso que fuera pelotero, pero yo me fui por la música…”. Pero no ha estudiado ni música ni, al parecer, nada. Hasta donde usted está informado, ¿a qué se dedica el llamado “Nicolasito”?, ¿cuál es su trabajo?
-Maduro Guerra ha ido acumulando mucho poder. Primero era director de un tal cuerpo de inspectores de la Presidencia de la República, “para chequear el manejo de los fondos públicos”… bueno, el resultado está a la vista: El país es un desastre y los fondos públicos fueron desviados en masa a la corrupción. Después estuvo en ese parapeto ilegal que fue la constituyente y ahora es candidato a diputado, por Vargas, a la Asamblea Nacional que se mandó a hacer su padre. La realidad es que se dedica a los negocios ilícitos con un grupo de testaferros, entre quienes destacan los hermanos zulianos Santiago José y Ricardo José Morón Hernández, sancionados por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, en julio de este año, presuntamente por sus vínculos con distintas actividades criminales, no solamente con negocios con el diferencial cambiario, sino también en la explotación del oro y el coltán, denunciada por el diputado Américo De Grazia. Los hermanos Morón Hernández y el propio alias “Nicolasito” son conocidos como los nuevos bolichicos, casta que incluye a los hijos, hijastros y sobrinos de Nicolás Maduro y de Cilia Flores.
-“Nicolasito” es conocido como lobista, por favor ¿podría explicar qué significa esto?
-Además de sus negocios con la explotación minera y otros ilícitos, alias “Nicolasito” gestiona negocios para sus socios y testaferros, así como el cobro de facturas y devengar por ello coimas y sobornos. Usa la chapa de su nombre para el “tun tun”, abrir las puertas del poder y lograr contratos para sus socios. Nosotros hemos denunciado que Nicolás Maduro Guerra, así como sus hermanastros, Alexander y Daniel Gavidia Flores, están incursos en redes de corrupción en las que participa como factor activo y como de unos diez jóvenes que están haciendo negocios con el régimen al que ofrecen mediaciones en medio de las sanciones. Son asesores forajidos que asesoran a un Estado forajido. Alias “Nicolasito” les abre todas las puertas y así acumula dinero y poder. Es una especie de caricatura de su padre, pero igual de voraz y bien dispuesto para el delito.
Con información de la Gran Aldea