(06 de mayo del 2024. El Venezolano).- Definitivamente no. Era crónica de un cambio anunciado, incluso antes de iniciar la temporada se avizoraba que algo así podía suceder. Un equipo sin alma como los Marlins, acostumbrados a jugar ante apenas 12 mil personas por juego, se desprende de un pelotero que pudo ser la referencia de la divisa por muchos años y ser factor determinante para atraer al público hispano, incluyendo a los miles de venezolanos que aman este deporte y que ven en el actual campeón bate de la Liga Nacional, una figura estelar que nos representa en lo más alto de las grandes ligas.
Pero no nos olvidemos que el béisbol, con todas sus luces y brillos, es un negocio de millones de dólares y que aún sin ser un equipo competidor y con baja asistencia, recibe anualmente sustanciosos beneficios por los derechos de televisión. Desde la discusión por el contrato de 2.024, que se resolvió vía arbitraje, la relación de la gerencia con Arráez y su agente era distante y fría. Por lo tanto, más allá de que el excelso bateador venezolano hubiese querido quedarse en Miami porque es una ciudad multicultural y donde su esposa e hijas se sienten muy cómodas, al igual que él, su traspaso a los Padres significa un salto de calidad para su carrera.
Llega a una divisa competitiva, con una gran afición y además, encontrará a compañeros como Fernando Tatis, Manny Machado, Xander Bogaerst y sus compatriotas José Azócar y Robert Suárez, lo cual le permitirá batear con más corredores en circulación y ver mejores lanzamientos. El ser humano, por naturaleza, mientras más vive es menos proclive a cambiar. Sin embargo, Luis Arráez es muy joven y entenderá que, así como los Mellizos lo dejaron ir, pese a ser líder bate de la Liga Americana, este nuevo traspaso un año después de ganar también la corona de bateo de la Liga Nacional, no es más que un mero trámite de un negocio llamado béisbol.
Solo el tiempo determinará quién salió ganando en esta negociación, pero desde ya creemos que los resultados serán ampliamente favorables al nativo del estado Yaracuy. Queda una duda en el camino. ¿Se llevará Arráez a su coach de bateo personal, el reconocido Frank Valdez, a San Diego?. Todo apunta que esa llave Arráez-Valdez se mantendrá ahora en el Oeste del amplio territorio estadounidense y ya sabemos lo determinante que ha sido el prestigioso técnico en la carrera de Arráez: dos títulos de bateo consecutivos y el único en la historia en ganarlas un año en la Liga Americana y al siguiente en la Liga Nacional.